"Si, al igual que yo, sois de los que creeis que tenéis poco que enseñar, mucho que aprender y aún más que compartir, éste es vuestro blog".

miércoles, 28 de diciembre de 2011

JP-593. COTO DEL PEDRET. Martes, 27/12/2011







JORNADA DE PESCA Nº 593

Estrictamente hablando de pesca, poco o más bien muy poco dio de si esta última jornada del año en curso. Una salida que bien me podría haber ahorrado, a tenor del tremendo resfriado que arrastro desde hace unos cuantos dias, y que seguramente he pillado debido a los constrastes térmicos entre madrugadas muy frias y mediodías realmente bonancibles. Sin embargo, y aprovechando que aún me quedan unos cuantos dias de vacaciones por gastar, uno no se resigna a no decir adios a estas benditas truchas del Pedret, que tan buenos ratos me han hecho pasar este otoño, sin verles la cara por última vez en lo muy poco ya que queda de año: un tiempo ya más corto que el rabo de una boina.

La mañana, brumosa y helada, dio paso a un mediodia luminoso y a una tarde soleada, pero también fria.

Hace menos de una semana, el sábado pasado para ser más concretos, paseaba también por el Pedret, pero esta vez equipado con mi mochila y mis botas de montaña, y en compañía de mis amigos Dani y Lluis, del centro excursionista, rumbo a la ermita de Sant Miquel de les Canals. Ya entonces, y al igual que en este martes después de San Esteban, me dí cuenta de lo bajito que baja el rio, y lo clara y limpia que fluye el agua, incluso por debajo de la salida del canal de carburos: es la “calma chicha” de cada invierno, una época en que en teoria las truchas tendrían que estar frezando, y los pescadores haciendo moscas a la vera de la chimenea, pero que gracias a la legislación y a la catalogación de Pedret como tramo intensivo, sigue siendo hábil para el ejercicio de la pesca, siempre y cuando el pescador sea tan aguerrido como para soportar el intenso frio del Berguedà, y bastante benévolo con las escasas repoblaciones y la aún más escasa actividad de las pocas truchas que quedan en los intensivos por estas fechas.

Toda la jornada se podría resumir en un larguísimo paseo, entre estornudo y estornudo, y arrastre de mocos contínuo, a la vera del rio, mirando más que pescando, y al acecho de culaquier indício de actividad. Quizás hubiera pescado algo más de “tugstenizar” mi equipo y dedicarme a rascar pozas sin parar, pero la verdad es que lo que menos me apetecía en este último dia del año era pescar tan pesado, y preferí pasear y acechar truchas activas, mientras recordaba tantas y tantas jornadas en este coto que es un poco como mi casa, en lo que a pesca se refiere.

Hacia el mediodia, me encontré con mi amigo Josep Canturri, guardia honorífico del coto, y estuvimos un rato de tertulia bajo el sol. También el ha oído hablar de esos rumores que circulan por foros y mentideros diversos de la pesca con o sin mosca, y que predicen el retorno a las repoblaciones con trucha fario. Asimismo, corren también rumores de la creación de un nuevo sin muerte en Pedret, que iría desde el puente románico hasta el muro de la presa de La Baells. Todo ello son rumores, nada oficial, pero ya sabéis lo que dice el refrán: “cuando el rio suena, agua lleva”.

Casi a las tres de la tarde, cuando ya estaba realmente fatigado de tanto andar, y sobre todo de tanto toser, dí por fin con un rinconcito del rio en donde ¡oh, milagro milagroso! se veían algunas cebas esporádicas. Realmente costó un tanto convencer a esa trucha de ceba errática de que tomase mi sempiterna efémera de CDC, pero finalmente sucumbió al engaño: una trucha arco-iris que debía llevar algún tiempo en el rio, pues las aletas ya no eran muñonas, aunque no tenían la misma longitud que las de la veteranas que he estado sacando a lo largo de este pasado otoño.

Cuando pensaba que había tocado escama y evitado el bolo a hora tan tardia como pasadas las tres de la tarde, otra ceba me hizo ver que quizás aún quedaban truchas en ese rinconcito, por lo que seguí perseverando, tras el oportuno secado de la mosca con el “método de la goma de papelería”, y obtuve una segunda trucha de tanto perseverar: otra arco-iris de las mismas características, y que fue la última trucha de este año en entrar en mi sacadera, previa liberación del pez, pues aunque seguían habiendo truchas activas, lo único que conseguí en casi una hora de pesca más, fue revolcar dos truchas más, la primera una “no identificada” a la que sólo logré rozar el morro, y otra más, un bicho bastante grande, una arco-iris asilvestrada, que se zafó de la mosca en la primera embestida.

Dicen que bien está lo que bien acaba. Por una parte, el año ha terminado para mi de un modo satisfactorio y divertido, pescando a seca con éxito en un dia muy frio y con los peces muy poco activos, en el Pedret de mis mejores recuerdos. Por otra parte, y tras una vuelta a casa un tanto anodina, sin merienda pastelera ni ningún fasto adicional, una llamada perdida a mi móvil me avisó de que mi nuevo coche ya estaba matriculado y listo para ser recogido en el concesionario al dia siguiente. Así pues, este frio y poco activo dia de pesca, ha constituido el digno colofón a la colaboración de mas de trece años entre mi Daewoo Lanos y yo. Espero vivir muchas aventuras de pesca a bordo de mi nuevo coche a partir de ahora, pero mucho se tendrá que esforzar el nuevo vehículo para superar el altísimo listón que deja el anterior: más de trece años y más de 210.000 kms sin ningúna avería, llevándome sin descanso por cómodas autopistas, sinuosas carreteras y pistas pedregosas llenas de baches hacia esos rios en donde habitan mis sueños como pescador.



TEMPORADA 2011 - 2012 - Nº 12


Martes, 27 de Diciembre de 2011

TEMPORADA DE COTOS INTENSIVOS DE SALMÓNIDOS 11-12 – Nº 12

Coto del Pedret

Rio Llobregat

Capturas: 2 truchas arco-iris a mosca seca.

Pescador: Ferran RUBINSTEIN

Climatología: soleado y frio.

Hora de inicio de la jornada: 10,30 h.

Hora finalización jornada: 16,15 h.

La música de hoy:

Viaje de ida:

Sinfonía nº 6

“El Bosque”

Alexander Glazunov

Viaje de vuelta:

Concierto para violín y orquesta nº 2 “en estilo húngaro”

Joseph Joachim

“Andante” (Op. 69, Nº 2)

Giuseppe Martucci

“Cortejo Solemne”, Op. 91

“Cortejo Solemne”, Op. 50

Alexander Glazunov

Lineas Tensas!

Ferran RUBINSTEIN.

martes, 20 de diciembre de 2011

FELIZ NAVIDAD Y PRÓSPERO AÑO NUEVO.


Kamaradas Lectores:

Un año más, y con la misma foto del año pasado (un año de estos me disfrazo de Papa Noel completo y me saco la foto en otro rio), os deseo a todos

FELIZ NAVIDAD Y PRÓSPERO AÑO NUEVO

y por supuesto, que los peces tensen vuestras líneas sin descanso un año más.

¡¡Gracias por seguir este blog!!

Saludos y que no decaiga la pasión por la pesca,


Ferran RUBINSTEIN

martes, 13 de diciembre de 2011

JP-592. COTO DEL PEDRET. Sábado, 10/12/2011





JORNADA DE PESCA Nº 592

(Lunes, 19 de diciembre de 2012).

El sábado de hace dos semanas, fue el sábado del “Clásico”, ese gran acontecimiento balompédico que, al menos un par de veces al año, levanta tantas pasiones en nuestro país, y que no es otro que un Real Madrid – Barça.

Quisieron los azares del calendario que este año el primero de los “Clásicos” que nos deparará la actual Liga, cayera en sábado, que este fuera el segundo de diciembre, y que el partido se disputase en Madrid.

El Real Madrid llegaba a la cita con su eterno rival exultante y crecido por 15 victorias seguidas. Al Barça, la “caverna mediática” y la “central lechera” le pronosticaban la llegada del tan esperado –para los que nos son “culés”- fin de ciclo.

Las espadas en alto, y los que somos aficionados antes que nada a ver buen fútbol, cruzando los dedos para que esta vez no se vieran las tanganas y malos modos de los Clásicos de la primavera pasada, en ediciones extraordinarias de Copa del Rey y semifinales de Champions League.

Ante tanta excitación, la mejor opción suele ser relajarse un poco, por lo menos hasta la hora de que el árbitro de turno silbe el inicio del partido. Y ya sabéis que una de mis maneras favoritas de relajarme, y sobre todo en sábado, es ir a pescar a mosca, por más gris y frio que sea el día.

Como no, vuelta a Pedret. Y más en este sábado de “Clásico”, pues su relativa proximidad a mi domicilio, me aseguró una plácida vuelta a casa sin sobresaltos y con tiempo de sobras para poder estar pegado al televisor a la hora del partido.

Tras el lluvioso y desapacible noviembre pasado, la tónica de estas últimas jornada de pesca, incluyendo la presente, en lo que a meteorología se refiere, ha sido de mañanas frías con nubes y claros, para ir imponiéndose el sol y subir la temperatura hasta un relativo grado de confort a primera hora de la tarde.

Tardaron mucho las truchas en dar la cara, y al final me topé con cierta actividad en superficie cercano ya el mediodía en las aguas paradas del lago que hay justo debajo del puente románico. Esta vez, erré con la estrategia de quitar el tándem para pescar a seca a pez visto, pues no le hicieron ni caso a ninguna de las secas que les presenté. En vista de este pasar de mi imitaciones presentadas aguas arriba, opté por volver a armar el tándem, y salir del rio para tentar las truchas aguas abajo, y a las primeras de cambio ya capturé una trucha recién repoblada –por sus muñones más que aleta les conoceréis- que se prendió de la microninfa.

El lago estaba repleto de truchas, pero todas en una actitud muy propia de peces recién repoblados, o sea, jugando y persiguiéndose sin parar, y subiendo esporádicamente a comer alguna efémera pero sin cadencia ni patrón. En estas ocasiones, lo que suele ir bien es dejar bajar un par de ahogadas aguas abajo, y agitarlas un tanto para atraer picadas. Con esta estrategia pesqué dos truchas de repoblación seguidas. Sin embargo, este focalizarse en aguas paradas con peces juguetones no es con mucho mi ideal de pesca, así que decidí ir a buscar alguna corriente a ver si veía alguna ceba sobre la misma.

La ocasión vino pronto, pero se malogró de un modo tan inesperado como casi cómico. Vista la ceba, le pasé el tándem de ahogadas, y erré la clavada por poco. Sin embargo, el pez seguía allí, y decidí presentarle la microninfa del tándem.

Mientras rehacía mi aparejo, me vi sorprendido por una extraña cacofonía y por el típico “plop” en el agua que hace una cucharilla al caer. Un chaval joven, con unos auriculares de gran tamaño escuchaba música, presumiblemente de esa que llaman “máquina” o “tecno” a todo volumen, tanto que incluso yo estaba escuchando la música que presumiblemente era sólo para su uso y disfrute, mientras le lanzaba su artificial al pez que previamente había estado intentando pescar. Estoy seguro de que no tan sólo el hecho de que a mi me medio ocultaba un árbol, sino también la música a tan fuerte volumen, le impidieron ver que se había puesto casi encima de mi posición. Es más, creo que terminó de intentar pescar ese pez, o los que él creyera que había en esa postura, sin darse ni cuenta de que yo estaba allí. ¡Qué le vamos a hacer! Supongo que el chaval estaría igual de tenso por el tema fútbol, y decidió hacer lo mismo que yo, pero cambiando Glazunov por la música “dance” y la mosca por la cucharilla.

Visto el bombardeo que había sufrido la postura que pretendía pescar, desistí de pescarla, y ya que tenía el tándem de seca y ninfa de nuevo instalado, emprendí camino de vuelta al coche, para ir a tomar un refresco, y de paso ir echando un vistazo al río por si se terciaba dar unos cuantos varazos.

Muy cerca ya de donde tenía el vehículo aparcado, la subida repetida de un pez en medio de la corriente me hizo parar para intentar su captura. Por dos veces, siguió el tricóptero de pelo de ciervo, pero a la tercera se decidió ante el peludo y suculento bocado, y terminé capturándola. Como suele suceder con las truchas que en un coto de repoblación se interesan tanto por la seca, con tanto recelo, pero también con tanta rotundidad cuando el menú baja relativamente bien presentado, era un arco-iris vieja del rio, con sus buenas aletas ya acostumbradas a la natación en las corrientes.

Pese a no ver ya más cebas, seguí tentando la postura un rato, por aquello del “por si acaso”, y esta insistencia me rindió otra arco-iris veterana, pero esta vez vino prendida de la microninfa del tándem, mi incombustible ninfita de yarn naranja con cercos de hilo de cobre rojo, cola y saco alar de faisán y tórax de dubbing de liebre natural.

Tras el refrigerio al lado del coche, todavía mi viejo y fiel Daewoo Lanos, y siendo ya más de las tres de la tarde, decidí ir a gastar las últimas hora y media de pesca en la parte baja del coto, pescando sobre las posibles cebas vistas que pudieran haber.

A diferencia de la semana anterior, mucho tuve que esperar para ver algo de actividad. No fue hasta casi pasadas las cuatro de la tarde que al final tuve ocasión de ver una ceba, tentar la suerte y la trucha, y terminar capturando otra arco-iris vieja más en esta ocasión con mi también socorrida emergente de CDC, pero esta vez con el penacho de culo de pato en color gris ceniza, y el cuerpo en ese color que muchos montadores denominan “garbanzo”, y que ahora mismo no me acuerdo a que número del catálogo de Gütermann corresponde.

Tras la, en esta ocasión rápida, merienda en Cal Rosal, y una vuelta en coche sin pausa, pero sin prisa, llegó la esperada hora del fútbol. ¡Que nervios!.

El inicial gol de Benzema hizo que la parroquia merengue concibiera esas falsas esperanzas alentadas por una prensa tan sensacionalista, como –por lo que se ve- tan poco entendida de fútbol. En un órdago sorprendente, Guardiola hizo lo más difícil todavía, y paso a jugar con una defensa de tres. Lo que en un principio parecía ser un suicidio en toda regla, se reveló como un arma demoledora: el Barça aumentó su posesión de balón, y los goles no tardaron en llegar, siendo el primero una auténtica obra de arte de Messi como asistente y Alexis como realizador. La suerte influyó por ambas partes: el error de Valdés que propició el tempranísimo gol de Benzema, se vió compensado por el autogol de Marcelo. Cristiano Ronaldo, como casi siempre que juega con el Barça y tiene a Pujol o a Piqué delante, no tuvo su día, y con el tercer gol, de cabeza de Cesc aprovechando un centro de Alves, se destapó el “Club del Gourmet Iniesta” y el Real Madrid, al que algunos voceras proclamaban ya campeón de la Liga en noviembre, cuando aún no se ha jugado ni la mitad de la primera vuelta, tuvo que apelar también a la suerte o a la falta de puntería del Barça, para no terminar nuevamente humillado en su propio estadio.

Por suerte, y salvo algún lance duro más motivado por los nervios que por otra cosa, este “Clásico” fue más limpio, y pudimos disfrutar mucho más del fútbol. Cada día son más los aficionados del Real Madrid que reconocen que la superioridad del Barça se debe sobre todo a dos factores clave: querer el balón y disponer de una plantilla “de la casa” con una compenetración casi telepática a la hora de trenzar jugadas. Es mucho mejor este Real Madrid que el de la Liga anterior, pero Mourinho, por el bien de su equipo, debería dejar de enrocarse en sus postulados mediáticos jaleados por una prensa tan sensacionalista como servil, rencorosa e incluso mezquina, y centrarse más en jugar al fútbol que en montar espectáculos y buscar excusas de mal pagador: sólo así puede tener alguna posibilidad de acabar con la hegemonía actual del Barça, o por lo menos intentarlo.

La lección que debemos sacar de este último Clásico, pues el fútbol también puede enseñar muchas cosas mal les pese a tanto intelectual, es que nunca debemos vender la piel del oso antes de cazarlo. Algo que muchos pescadores saben por experiencia, al haber prometido volver a casa con la cena, y haber vuelto con la cesta vacía, el gesto perplejo, y esperemos que la lección bien aprendida.



Ferran RUBINSTEIN.



TEMPORADA 2011 - 2012 - Nº 11


Sábado, 10 de Diciembre de 2011

TEMPORADA DE COTOS INTENSIVOS DE SALMÓNIDOS 11-12 – Nº 11

Coto del Pedret

Rio Llobregat

Capturas: 2 truchas arco-iris a ninfa, 2 truchas arco-iris a mosca seca y 2 truchas arco-iris con mosca ahogada.

Pescador: Ferran RUBINSTEIN

Climatología: soleado y templado.

Hora de inicio de la jornada: 10,15 h.

Hora finalización jornada: 16,30 h.

La música de hoy:

Viaje de ida:

Sinfonía nº 6

“Una Fiesta Eslava”

Alexander Glazunov

Viaje de vuelta:

Concierto para piano y orquesta nº 2

Xaver Scharwenka

Rapsodia Ucraniana para piano y orquesta

Sergei M. Liapunov

Obertura “Los Husitas”

Anton Dvorák

Lineas Tensas!


Ferran RUBINSTEIN.

jueves, 8 de diciembre de 2011

JP-591. COTO DEL PEDRET. Miércoles, 07/12/2011




JORNADA DE PESCA Nº 591

Esta ha sido una de las jornadas de pesca más bonitas de lo que llevo de retiro espiritual y otoñal en Pedret, en esta baja temporada. Un justo premio a la elección de pasar uno de los dias en que he disfrutado de Puente en el río, desafiando al frio y la helada de primera hora de la mañana, en vez de sucumbir a la pereza y terminar pagando tal capital pecado dilapidando mi tiempo y mi paciencia en esa especie de locura colectiva de estas fechas, denominada “ir de compras de Navidad a un centro comercial”.

La jornada se ha dividido en dos mitades, la primera y correspondiente a las primeras horas de la mañana, y hasta el mediodia, bastante anodina en pos de truchas que pudieran quedar de la última cuba en la parte más repoblada del coto, y la segunda, a partir de pasado el mediodía, cazando más que pescando a seca sobre pez visto, en una parte del coto que hace ya tiempo no se repuebla.

Caza más que pesca, para acechar cebas aisladas de truchas que están donde casi nadie cree que están, sobre todo farios que muy pocos creen que aún existan, y menos en donde al final resulta que son pescadas, y encima a seca y casi tocando el invierno. Lugar misterioso donde los haya este coto del Pedret. A simple vista parece un coto intensivo de captura y frie, pero bastan unos dias de paz y tranquilidad y sobre todo que se deje de repoblar, para que recobre la magia de cuando antaño era un gran coto truchero. A veces, la realidad es espejismo. A veces el malecón es un simple paseo para llevar a la novia a ver el mar, pero basta que caiga la noche para que el ladrido de un perro más allá de la última farola nos erice los pelos del cogote. Siempre damos por sentado que el vecino de la casa del final de la calle es un amable anciano que colabora con una oenegé desde que se jubiló: quizás cambiaríamos de opinión si viéramos su ropa interior, o el tipo de carne que aguarda a ser consumida dentro del congelador industrial que tiene en el sótano. A veces, a veces...

Como decía más arriba, antes de dar paso a mis disparatadas elocubraciones, la primera parte de la jornada se centró en repasar con la ninfa del tándem muchas de las posturas del sábado pasado, en la parte del coto en la que se suele repoblar cuando el stock de la cuba baja a esos magros cien kilos, y más que nada para hacer tiempo y que el sol calentase un poco, para ir a visitar la “dimensión de las truchas difíciles” y pescar a seca y sobre ceba vista si ello fuera posible.

El paseo matinal por el rio, bien abrigado y embozado en el pasamontañas, me rindió tres truchas “peponas”, supervivientes de la última repoblación, a base de rascar blandos de corriente con el tándem. A buen seguro hubiera pescado alguna más de “tungstenizar” mi equipo, e ir a remojar “cebollones”, como dice mi buen amigo Antonio el Pintor, a las pozas. Sin embargo, cada dia me vuelvo más reticente a pescas pesadas y en corto: me estoy volviendo un adicto declarado y confeso a las pescas ligeras y a que el lanzado forme parte de modo “quasi obligatto” de la acción de pesca.

A mediodia, y antes de marchar a la parte baja del coto, aún tuve tiempo para un rato de tertulia con el Guardia Honorífico del coto, el Sr. Josep Canturri, con el que me unen ya largos años de amistad.

Pasada la una larga de la mañana, el sol calentaba de lo lindo, y tras aligerarme de ropa y tomar un te con limón de la despensa que siempre llevo en el coche, inicié un largo paseo por la vera del rio, caminando muy despacio, evitando pisarlo y observando más que pescando.

Por el contrario de lo que muchos piensan, e incluso se atreven a opinar cuando dicen que un coto “está arrasado”, truchas siempre quedan: sobre todo las que han podido y han sabido sobrevivir a la presión de la pesca intensiva y extractiva, y dichas truchas tarde o temprano, y más en un mediodía de sol y con el rio repleto de efémeras (en el caso de este miércoles, olivitas pequeñas), dan la cara pues no pueden resistirse a un banquete así, y más cuando no hay nadie incordiándolas... o eso piensan ellas.

Al final del paseo, había ensalabrado tres truchas y perdido dos más en la batalla. Al contrario que en las horas de la mañana y pescando a ninfa sobre zona frecuentemente repoblada, las dos primeras que metí en el salabre eran arco-iris viejas, con las aletas bien desarrolladas y bien acostumbradas a la vida en libertad en el río, mientras que la tercera era una fario, otra de esas de las que los hay que dicen que se extinguieron, que ya no quedan, y tal y tal.

Respecto a las que perdí en la batalla, una era también arco-iris vieja, y se desclavó en un portento de fuerza al ganar la corriente, todo y la que la había pescado en aguas paradas, y la otra una fario más, con un ataque tan rápido a la mosca que tuve tiempo justo de clavarla, pero de un modo tan precario que necesitó tan solo dos cabezazos para desclavarse.

Las arco-iris viejas que terminaron en el salabre y también la que se me desclavó, picaron francas a la incombustible efémera de CDC, comodín válido donde los haya en casi todos los rios de llanura, y sobre todo en corrientes lentas o aguas paradas. Sin embargo, la fario, con un comer cadencioso y discreto, me forzó hasta tres cambios de mosca, hasta que gracias a una efémera de hackle con alas de mi amigo Francesc de Reus sucumbió a la tentación de embocar el señuelo. Gran mosca esta de mi amigo reusense. El único inconveniente que le encuentro, como a casi todas las imitaciones de mosca con alas, es que retuerce mucho el bajo de línea. Dijéramos que es uo de mis penúltimos recursos, antes de pasar a esa otra dimensión de la mosca con detección de picada difícil que es pescar con emergentes, o incluso con ahogadas aguas arriba.

Finalmente, la fario del ataque fulgurante y desclavado más instantáneo aún, fue un regalo de final de jornada, cuando ya estaba dando unas cuantas varadas “al agua”, por aquello de “por si acaso”, y que se interesó por la efémera de hackle de Francesc, mosca con la cual termné el dia.

En fin, tras el fantástico dia de asueto, y sobre todo feliz por haber evitado el aburrimiento urbanita y el estrés consumista de la ciudad en fechas pre-navideñas, fui a celebrar una jornada de poca pesca pero mucha diversión yendo a buscar la merienda a la pastería de mi amiga Ramona en Gironella.


TEMPORADA 2011 - 2012 - Nº 10


Miércoles, 7 de Diciembre de 2011

TEMPORADA DE COTOS INTENSIVOS DE SALMÓNIDOS 11-12 – Nº 10

Coto del Pedret

Rio Llobregat

Capturas: 3 truchas arco-iris a ninfa, 2 truchas arco-iris a mosca seca y 1 trucha fario a mosca seca.

Pescador: Ferran RUBINSTEIN

Climatología: soleado y templado.

Hora de inicio de la jornada: 10,30 h.

Hora finalización jornada: 16,45 h.

La música de hoy:

Viaje de ida:

Sinfonía nº 8

Niels W. Gade

“Fantasía Heróica”

Anton Rubinstein

Viaje de vuelta:

Sinfonía nº 2

Giuseppe Martucci

“Hungaria”

Franz Liszt

Lineas Tensas!


Ferran RUBINSTEIN.

martes, 6 de diciembre de 2011

JP-590. COTO DEL PEDRET. Sábado, 03/12/2011







JORNADA DE PESCA Nº 590

Indiferente a la crisis económica global o a la posible e inminente debacle del euro, el inevitable y a menudo inmisericorde paso del tiempo nos ha plantado, como quien no quiere la cosa, en un “puenteducto” de la Constitución-Inmaculada sin nieve en las pistas de esquí, y sin dinero en el bolsillo de la mayoría de ciudadanos.

Empieza el último mes del año, y me parece que voy a seguir anclado en este Pedret, del que no me muevo desde finales de octubre, pues al menos está cerca de casa, tengo bonificación en la compra del ticket por ser socio, y truchas las hay, tanto si ha pasado la cuba de la piscifctoría, como si no. La única diferencia es que, como se dice popularmente, y a tenor del útimo caso, “te lo tendrás que currar”.

Durante la semana anterior a esta jornada de pesca, un amable contertulio de “Conmosca”, de nickname Aquiles, ha colgado una serie de videos de gran interés en un post de los foros de Catalunya de esa revista digital. Sobre todo me llamaron mucho y muy gratamente la atención un par de clips acerca del lance rodado. Visionados varias veces, y como suele sucederme cada vez que veo este tipo de videos, me di cuenta de lo muy mal que lanzo, y que por más años de pesca y de rio que voy acumulando en mis sufridas lumbares, nunca mejoro más allá de lo justo y necesario para salir del paso.

Así pues, puestas las “orejas de burro” virtuales sobre mi gorra de pescador podolio (orejeras de piel de reno e insignia soviética sobre la visera), me hice el serio propósito de aprovechar la salida de este sábado para practicar tanto el lance rodado, como el de doble tracción, aprovechando la acción de pesca. Antes de salir de casa, no me olvidé de colgar de mi chaleco un par de simples gomas de esas de papelería, o “de pollo”, para poner en práctica un truco para secar moscas, que visioné en uno de los videos gentilmente expuestos por Aquiles, y cuyo resultado os comentaré más adelante.

Nuevamente emprendí rumbo a Pedret a bordo de mi Daewoo Lanos. La entrega de mi coche nuevo anda con demora, y la verdad es que mi viejo coche ya comienza a estar un tanto hartito de mi, pues sabe que lejos de ir al desguace, va a ser pilotado por una chica jóven, guapa y que conduce muy bien, la cual se ha interesado por sus servicios, y que seguramente le propocionará algo así como una “jubilación dorada” muy urbanita, con desplazamientos de casa a la universidad, de la universidad al trabajo, y poco más. Más que nada, mi viejo coche espera perder de vista váders sudados y mojados, y botas llenas de barro.

Para la acción de pesca, y con el fin de poder proyectar mejor un tándem de seca y ninfa tanto con lances rodados, como con largos lances de doble tracción, esta vez opté por dejar en el maletero mi carrete Okuma con la linea de seda sintética paralela, y utilizar la linea sintética Airflo WF 4 flotante, para aprovechar mejor la salida de linea de su parte descentrada.

Tras una primera hora larga habiendo capturado sólo una trucha, una arco-iris vieja que me dio una aceptable batalla, quiso la ¿suerte? que diera con lo que parecía ser la estela del camión cisterna de la piscifactoría, pues a partir de un punto determinado del rio empezaron a salir truchas hasta de debajo de las piedras. Eso si, truchas muñonas, recién repobladas y locas por picar todo lo que se menease. La pescata que a priori parece de escándalo (al final fueron 20 truchas arco-iris, 16 a ninfa y 3 a mosca seca, siempre hablando de pesca en tándem, además del mogollón que se me escaparon), simplemente fue fruto de la casualidad de hallarme con todo el gueso de la repoblación en un corto tramo de rio (yo ceo que los encargados de repoblar tampoco se calientan mucho la cabeza, ni gastan mucho combustible para hacerlo), y pese a que hubiera preferido algo más “selectivo y trabajado” como las dos semanas anteriores, tampoco me fui a buscar las “truchas difíciles” de rincones recónditos del coto, pues ya me iba bien ir amenizando el ejercicio de los lance con capturas, y sobre todo para practicar el clavar a muy larga distancia, materia en la que siempre rozo el suspenso, tal y como pude constatar en la salida de pesca que hice a finales de octubre con mi amigo Antonio “El Pintor”, todo un maestro en muchos aspectos de este arte que es la pesca con mosca, y también en lo de no fallar truchas lejanas.

Gracias a los videos e lanzado, que visioné repetidas veces a lo largo de la semana, pide darme cuenta de la importancia del suave desplazamiento lateral del brazo lanzador a la hora de formar el bucle para que la corriente ejerza la tracción necesaria para cargar de energía la caña, así como del suave y progresivo movimiento con golpe de muñeca final, para efectuar el lance con una parada adelante en mi linea de visión. Todo y así, pescando con tándem e incluyendo una ninfa, o sea un pequeño lastre, los lances por rodados que fueran siempre salían mejor con una parada delante “alta” ( o sea a las once de un hipotético reloj), que no más abajo y por lo tanto más dentro de mi linea de visión frontal.

En el lago que se forma justo enfrente del Puente Románico del Pedret, y que por cierto estaba a reventar de truchas, todo y que apenas se las veía por arriba, pasé a pescar muy largo practicando el lance de doble tracción. Aquí ya tuve unas cuantas dificultades más a la hora de posar, más que nada porque no es lo mismo posar una seca, que un aparejo doble que incluya un señuelo con un ligero peso. Para evitar tanto enredos en la linea, pasé a empatar el terminal con la ninfa en la tija misma del anzuelo del tricóptero de pelo de ciervo que utilizar como seca y señalizador de picada, y sobre todo a hacer la parada hacia adelante levantando ligeramente el brazo a la hora de posar, truco el cual me explicaron en su dia tanto Santi Medina, como Jordi Babusci, excelentes lanzadores además de muy buenos pescadores.

Particularmente, creo que hay un gran abuso de pescar de punta, y yo soy el primero que soy un auténtico adicto, pero la verdad sea dicha, me incluyo entre los muchos pescadores que pierden grandes oportunidades de pescar, y de conseguir peces lejanos, difíciles o ambas cosas a la vez, por abusar demasiado de pescar en corto. Quizás la única diferencia, es que reconozco mi culpa y error, y no lo puedo disimular diciendo aquello de “es que yo solo pesco rios pequeños en donde hay trucha autóctona y bla, bla, bla...”, pues bien sabido es por mis crónicas que yo frecuento todo tipo de escenarios, y que esos rios pequeños, de montaña, en donde has de lanzar casi siempre “de ballesta”, has de pescar de rodillas o incluso reptando, y sobre todo no has de hablar de ellos con nadie, los visito tan sólo en una parte de la temporada oficial de pesca, como podéis ver en los artículos que he ido publicando en los casi dos años que llevo escibiendo mi blog, y en los muchos más que he venido haciéndolo en los foros de la revista digital “Conmosca”.

Finalmente, y para terminar este artículo en el que tan poco protagonismo han tenido las truchas, comentaros que el truco de secar moscas mediante la vibración de una simple goma de papelería si que funciona, y muy bien por cierto. Este truco, tal y como se puede ver en el video publicado en “Conmosca” por el amigo Aquiles, está ideado para moscas de CDC, pero esté sábado lo probé con un tricóptero de pelo de ciervo, y los resultados fueron ciertamente sorprendentes. Sólo un apunte, para que no os llevéis a engaño: no descartéis llevar aunque sea papel de cocina para secar, pues la baba de los peces que puedan picar a la mosca si que hay que limpiarla bien, y a la larga, se queda adherida por más que lavemos la mosca con agua antes de hacerla “bailar en la goma”. Por todo lo demás, un truco excelente e impagable, de un video de un pescador anónimo al cual deberíamos estarle muy agradecidos, e invitarle al menos a un whisky, a poder ser de veintiún años.


TEMPORADA 2011 - 2012 - Nº 9

Sábado, 3 de Diciembre de 2011

TEMPORADA DE COTOS INTENSIVOS DE SALMÓNIDOS 11-12 – Nº 9

Coto del Pedret

Río Llobregat

Capturas: 16 truchas arco-iris a ninfa y 4 truchas arco-iris a mosca seca.

Pescador: Ferran RUBINSTEIN

Climatología: nublado y templado.

Hora de inicio de la jornada: 10,15 h.

Hora finalización jornada: 16,30 h.

La música de hoy:

Viaje de ida:

Concierto para piano y orquesta nº 2

“Canzonetta”

“Gavotta”

“Serenata”

“Minuetto”

“Giga”

“Momento musicale”

Giuseppe Martucci

Viaje de vuelta:

Sonata para piano nº 1

Sonata para piano nº 4

Anton Rubinstein

Lineas Tensas!



Ferran RUBINSTEIN.

martes, 22 de noviembre de 2011

JP-589. COTO DEL PEDRET. Lunes, 21/11/2011







JORNADA DE PESCA Nº 589


Día de pesca inusualmente trasladado a un lunes, para aprovechar uno de esos “días de asuntos propios”, pactados en el convenio colectivo, y así planificado para tomar un respiro tras el ajetreo de la fiesta de cumpleaños de mi hija del sábado, y para reponerse de la resaca electoral de domingo por la noche.
A más de alguno, le puede parecer un auténtica barbaridad, el dilapidar un día de pesca yendo a un coto intensivo de repoblación, máxime un lunes cuando del “cubazo” de truchas de repoblación de mediados de la semana anterior no quedan ni las raspas.
Sin embargo, las cosas cambian cuando se trata de pescar en “Mtystic Pedret”, y especialmente los días más alejado de la repoblación semanal, pues es en estos días, ahuyentada la horda inmisericorde del “captura y fríe”, y cuando el rio está más tranquilo y menos pisado, cuando dan la cara, especialmente por arriba todas las truchas de repoblación viejas y asilvestradas –valerosas gladiadoras fluviales que han resistido al despiadado Circo del Intensivo- y también esas farios misteriosas, que algunos buscan en rincones imposibles, y que aparecen de la nada en lugares de lo más frecuentado y pisado.
Pero antes de seguir relatando estos “misterios del Pedret místico”, debo contaros que ¡por fin! y a base de quitar horas al sueño, e incluso sacrificando parte de mi escaso tiempo dedicado al montaje, pude limpiar y engrasar mis líneas habituales, tanto la sintética WF 4 flotante, como la seda paralela “Phoenix”. Incluso, rehice bajos de línea e instalé nuevos conectores que transitan aún mejor a través de las anillas de la caña.
Para salir airosos del reto de pescar en un coto de repoblación un lunes, y más en un lunes de finales de año, cuando las repoblaciones de la semana anterior han sido de tan sólo 100 kilos para más de cinco kilómetros de río, está claro que de poco nos servirá ponernos a zurrar el rio a ninfazo limpio, como si este estuviera a rebosar de truchas recién liberadas del cautiverio en la cisterna. Es más, de pescar así, en estos “días pobres”, lo único que conseguiremos es estresarnos, cansarnos y desmotivarnos, para luego, cabreados como una mona, repetir aquello tan manido y tan trillado de “es que no habían truchas en el rio”, o ese sonsonete tan socorrido de “han pasado los furtivos y lo han esquilmado todo”.
Seamos sinceros, en el rio siempre quedan truchas, máxime cuando ni los pescadores somos tan buenos pescando, y además teniendo en cuenta de que generalmente los que saben mucho de pescar suelen devolver los peces al agua. Además, es en estos días en que ya se ha producido un enorme descaste del stock de muñonas de cuba, cuando asoman el morro no tan solo las asilvestradas, sino también, y por lo menos en Pedret,
esas farios a las que algunos atribuyen erróneamente paisanaje, pero que en realidad son descendientes de repoblaciones de otros tiempos, y que pese a que no se ven, están allí, y posiblemente son más de las que creemos.
En mi humilde opinión, es en estos días fuera de los fines de semana, y lejanos aún de la siguiente tanda de repoblación, cuando se puede disfrutar, y mucho, de la pesca en Pedret, siempre y cuando aceptemos la idea de pescar muy tranquilos, muy despacio, y estemos dispuestos a andar y observar más que a estar dentro del agua obcecándonos en una acción de pesca generalmente estéril en resultados.
Para la aventura de pesca de este lunes, volví a contar con la inestimable colaboración de mi fiel Daewoo Lanos. El fin de semana pasado le rendí un gran homenaje de despedida. A fecha de hoy todavía está en activo y a mi servicio, creo que por poco tiempo, hasta que me den el coche nuevo. Hecho el homenaje, para él volvió a ser un día de trabajo cualquiera, incluida una vuelta a casa bajo la incesante lluvia, en espera quizá de su jubilación, o quizá de perdurar su vida útil al servicio de otro conductor, tema del cual podría haber posibilidades.
Aunque amaneció nublado, e hizo una mañana de esas grises y frías de las que algunos tanto les inspiran a permanecer en la cama (generalmente aquellos que tienen poca pasión por la pesca), no llegó a llover en ningún momento a lo largo de las horas en que estuve pescando. La temperatura se fue recuperando, pese a la sensación de humedad, y pronto tuve que aligerar prendas a esa combinación de jersey de cuello alto y forro polar con la que empecé mi periplo por el rio.
El rio, pese a estar el agua ligeramente enturbiada, más que nada por días y días de continuas precipitaciones, bajaba bastante contenido de caudal, y confortablemente vadeable. Un factor más para no tener que recurrir a pescas pesadas, tungstenizadas y muy por debajo de la superficie.
Mentalizado ya a pasear más que a entrar en acción de pesca, las casi dos primeras horas de la jornada transcurrieron en una plácida sesión de senderismo por la orilla del rio, siempre ojo avizor a cualquier movimiento en el agua, y de vez en cuando, dando un par de varazos a algún punto “querencioso”, o dejando discurrir seca y ninfa del tándem por ese sitio donde “ni de coña me pueden picar aquí” por si acaso.
Finalmente, una ceba decidida delató la presencia de un trucha. Estaba lejos, pero seguía cebándose y eso me dio tiempo a perfilar una estrategia, cambiar de orilla con distancia suficiente, y dejar discurrir un par de veces el tándem antes de hacer entrar en la sacadera a una buena iris de poderosas aletas, fruto de haber hecho mucha gimnasia en el medio fluvial.
Evitado el bolo, poco tardé, en un blando lateral de la corriente aguas más arriba, en detectar hasta tres cebas seguidas. Esta vez la sorpresa morrocutuda me la llevé yo cuando a la primera una gran trucha fario le arreó un tremendo bocado al tricóptero de pelo de ciervo. Tras una corta pero intensa pelea, la pintona terminó en mi sacadera, y pude constatar que el bicho pasaba largo de los 40 cms., una de las pintonas más grandes que he sacado en Pedret en mucho tiempo, y solo superada por los enormes torpedos del sin muerte de Pedret de otros tiempos tan añorados.
Tanto las corrientes en que me encontraba, como los blandos de la misma, prometían acción, así que no me sorprendió nada el clavar una segunda fario, casi tan grande como la primera, con la ninfa del tándem en el centro mismo de la corriente. Esta vez no tuve tanta suerte, y consiguió desclavarse de un modo limpio, dejándome incluso la ninfa en su sitio para poder seguir usándola.
Probado: este pequeño tramo del rio era una mina, y testimonio de ello, es que varias varadas después, esquivando las ramas de los árboles para poder posar mosca y ninfa en el blando de la corriente de mi lado, una trucha arco-iris se prendió del tricóptero, y terminó en mi sacadera.
Bien batido mi lado y el centro de la corriente, pasé cruzar el rio, mediante un vado encementado que se inauguró apenas hace dos temporadas, para prospectar el lado contrario y otra vez el centro de la corriente pero desde ese lado. Nada más empezar por el centro, el tricóptero que desaparece de vista, tensión en la linea, y otra trucha de repoblación, pero con las aletas bien formadas por una larga estancia en el río, que tras una breve pelea termina en el salabre.
Estaba visto que, tras prospectar esta vez infructuosamente el blando de la corriente del otro lado, tocaba seguir paseando rio arriba, para dejar descansar la postura y a la vuelta, probar de nuevo.
De nuevo, observar más que pescar, y de vez en cuando probar suerte. En las cercanías del puente románico encontré a los únicos pescadores que vi en todo el dia, un par de señores de avanzada edad que remojaban el gusanito, y que me dijeron que apenas si habían tenido picadas en todo lo que llevaban de dia.
Hasta la pasarela junto al puente derruido, lugar en donde habitualmente comienzan o acaban las repoblaciones, aún tuve tiempo de capturar un par de truchas irisadas más con la ninfa del tándem. Al contrario de todas las que llevaba hasta el momento, estas dos eran claramente novatas del rio, a juzgar por los muñones que tenían por aletas: lo dicho anteriormente también: aunque sea lunes, aún quedan truchas, incluso del último cisternazo.
En la pasarela, y pasadas ya las dos de la tarde, dí por finalizado el periplo río arriba. De vuelta, previo breve descanso con ingestión de te con limón a modo de refresco, tocaba darle otro repaso “pos si acaso” a esas corrientes que tantas alegrías me habían dado, y si quedaba tiempo, ir a un rinconcito en el que de subida no había visto actividad, pero que mi sexto sentido de pescador me decía que quizás la hubiese más tarde.
De nuevo en las corrientes del vado inundable, llegar y clavar otra trucha arco iris a seca, pero con tan mala suerte que se me desclavó enseguida. Por si fuera poco, un repetido cebarse sobre la vena central de la corriente me advirtió de que allí seguía habiendo partido, así que repasé bien toda la zona de influencia de la ceba, pero esta vez lo único que conseguí es que el pez cesara en su actividad.
Para ser un lunes, no estaba nada mal el dia en lo que a emociones se refiere.
El colofón a tan entretenida, pero trabajada jornada, llegó en esa balsa en donde las truchas me habían dado julepe hacía tres semanas, cuando mi amigo Antonio “El Pintor” dio todo un recital de lo que es lanzar a doble tracción con tándem, y de pescar y clavar largo.
Mi sexto sentido no me había engañado: había varias truchas cebándose. Aquí se preparaba un buen “mano a aleta”, así que fuera tándem, y a pescar a seca pura y dura previa rectificación del bajo de linea.
Por dos veces seguidas las truchas se interesaron por mi efémera de CDC, pero apenas llegué a rozarles el morro. A una tercera la revolqué pero se me desclavó. Eran ya cerca de las cuatro de la tarde, hora en que tenía previsto terminar de pescar para volver pronto a casa, pues los horarios de los lunes no son para nada los del fin de semana, así que intenté un último cartucho con una efémera de hackle de gallo de mi amigo Francesc de Reus, que tan bien funcionó la semana pasada... y terminó funcionando también esta, todo y que no capturó la trucha a la que, en teoría iba destinada, sino a otra que, apareciendo de repente de la nada, terminó clavada en el anzuelo: la última trucha de este lunes, una buena arco-iris de las veteranas, y que espero que junto con las demás del dia, siga en el rio ajena a gusanitos, y a anzuelos triples de señuelos giratorios y oscilantes, para disfrute de aquellos que gozan pescando sin muerte sobre ceba vista, con picada imprevista o no.
Como decía antes, los lunes son dias laborables para la inmensa mayoría, y a mi me tocaba volver pronto para, relevado el abuelo que me hacía de improvisado canguro, dar de cenar a mi hija, ella viendo “Bob Esponja”, y yo recién duchado para quitarme el olor a truchas y a Brummel, seguir pensando que el mayor engaño al que nos someten las farios del Pedret, es el mismo del que se hace servir el demonio: hacernos creer que no existe.


TEMPORADA 2011 - 2012 - Nº 8

Lunes, 21 de noviembre de 2011

TEMPORADA DE COTOS INTENSIVOS DE SALMÓNIDOS 11-12 – Nº 8

Coto del Pedret

Rio Llobregat

Capturas: 4 truchas arco-iris a ninfa, 2 truchas arco-iris a mosca seca, 1 trucha fario a mosca seca.

Pescador: Ferran RUBINSTEIN



Climatología: nublado y templado.

Hora de inicio de la jornada: 09,45 h.


Hora finalización jornada: 16,00 h.


La música de hoy:

Viaje de ida:

“Marcha triunfal americana”
“Balada”, Op. 78
Obertura sobre temas griegos nº 2
“A la Memoria de un Héroe”
“La Canción del Trovador”

Alexander Glazunov


Viaje de vuelta:

Sinfonía nº 1

Sergei Rachmaninov


Fantasía sinfónica de “La Mujer sin Sombra”
Richard Strauss



Lineas Tensas!



Ferran RUBINSTEIN.