"Si, al igual que yo, sois de los que creeis que tenéis poco que enseñar, mucho que aprender y aún más que compartir, éste es vuestro blog".

sábado, 26 de febrero de 2011

JP-557. COTO DEL PEDRET.





JORNADA DE PESCA Nº 557


Hubo un tiempo, en que la jornada inaugural de la temporada era invariablemente en Pedret. En aquel entonces, y durante muchos años, ese dia era uno de los más esperados de todo el año, casi tanto como la Navidad y los Reyes para los niños. Más aún que la llegada de la tan esperada desveda, era el momento de reencontrarse con el Pedret, tras largos meses de ausencia. En ese dia, el viaje hacia el Berguedà, por más repetido que fuera a lo largo de los tiempos, y por más que se volviera a repetir a lo largo de la temporada, tenía una mística especial, basada más que nada en una condensación de recuerdos y vivencias de tantas aperturas en Pedret, unas veces en dias en que, mintiendo al calendario, parecía haber llegado ya una radiante primavera, y otras bajo oscuros y amenazadores cielos, que afirmaban que aún quedaba mucho duro invierno que soportar.

Ha bastado pues, una semana de bonanza climatológica a finales de este febrero bonancible, de un invierno menos duro que los anteriores, para que me haya invadido ese sentimiento de ausencia, y se me hayan agolpado en la mente recuerdos que siempre surgen cuando la primavera apenas se entrevé en el horizonte, para que me hayan dado unas ganas tremendas, casi compulsivas, de volver a Pedret, todo y que aún quedan dos semanas para la apertura de este año, y todo y que Pedret ya no es, a fecha de hoy, un coto de temporada, sino un coto intensivo de (pocas) truchas de (pobre) repoblación.

De nada a servido apelar a la razón y a la cordura, pues por lo menos en mi, poco pueden contra el sentimiento y el impulso. Pobre argumento han sido, en contra de la decisión arrebatada del romántico “sturm und drang”, las rácanas repoblaciones de este año; había que volver a Pedret, y volver ya, porque te lo ordena ese amancer que se avanza más dia a dia, porque te lo pide ese olmo que hay a la entrada de Cal Rosal que siempre te ha saludado, y ha bailado para ti, al son de la música de Martinú, porque he llevado una semana acordándome de gentes que he conocido en Pedret, y de cientos de esas maravillosas farios de antaño, que han pasado por mis manos y vuelto al agua en ese coto, y sobre todo porque, milagro inexplicable y repetitivo, mi subconsciente ha sabido que, al igual que el salmón regresa siempre al rio que es “su” rio, ya era el momento de volver a Pedret.

De camino a Gironella, escuchando (como no) Glazunov, he seguido la misma ruta de tantas y tantas veces, pero en esta madrugada ha sido otra vez como viajar por el tiempo: la realidad es una, pero siempre podemos viajar a otras apelando a nuestros recuerdos. Realmente, la emoción por la llegada de la desveda, ha sido una de las mayores alegrias de mi vida adulta, siendo más grata aún cuando la he ubicado durante años en un lugar específico, y he dotado ese dia, ese viaje, esa jornada de pesca, repetitiva a lo largo de años, de un misticismo especial, que supongo que muchos de vosostros, queridos lectores y seguidores, podréis comprender; y que otros muchos, para los cuales la pesca es sólo un pasatiempo ocasional, o simple y llanamente un deporte, o algo que se parece vagamente a un deporte de aventura, y a él se han apuntado, no creo lleguen a comprender ni en esta, ni en muchas vidas que vivieran.

Ya en el rio, el ambiente inusual de soledad me ha hecho volver poco a poco a la realidad, a la que hay que regresar siempre que uno se calza el váder y prepara la caña: por más liturgia con que se adorne el dia, la acción de pesca va a comenzar, y eso es lo que toca en ese momento. ¡Cuanta paz! Ni un coche aparcado en el camino a las nueve de la mañana. Esta claro: hoy no es el dia de la apertura, pues en todas las aperturas que he vivido en Pedret hasta que este fue declarado coto intensivo, el ambiente era digno de una fiesta campestre, o de una romería. En esas jornadas inaugurales, se respiraba ambiente de pesca de buena mañana: los pescadores, tan ansiosos e ilusionados como yo, por la llegada de la desveda, abarrotaban los bares de la comarca, prontos a desayunar, comprar el ticket de pesca manual, y tomar por asalto el rio.

Ya con el váder puesto, y hecho el típico pis que te da nada más ponertelo, por más que haga sólo un cuarto de hora que has meado por última vez, toda mística se ha evaporado, y hemos quedado sólo el rio, las truchas y yo.

Como podréis suponer, la jornada ha vuelto a ser engañosa en capturas, seis truchas arco-iris “muñonas” en mano, y tres que se me han escapado, pueden dar una idea equivocada: los magros cien kilos de trucha con los que se ha repoblado (son tan sólo cuatrocientas “gallinitas”, a ojo de buen y generoso cubero) apenas se han notado en el rio, máxime cuando se echaron entre semana, y han estado aún más expuestas a cormoranes de pluma, y a otros cormoranes sin ella.

Poca, poquísima trucha, y encima localizada, acorralada y asustada en cuatro pozas contadas, por lo menos desde la tabla de Carburos, hasta pasado el tercer túnel, y eso es mucho coto recorrido. Igual, en los alrededores del puente han sido más generosos los repobladores, pero hasta allí, no he llegado. A partir de aquí, haciendo de tripas corazón

y aprovechando al menos que el rio va muy bajo de caudal a fecha de hoy, pues nada, un tándem, en los que la ninfa es “de fantasía” o de “colorines” en vez de una buena “pheasant tail”, o una de esas emergentes de oreja de liebre con exhuvia Ice Dub, y a pasársela por los morros de una cuantas truchas que se comportan como ciprínidos, y que tarde o temprano, terminan picando, más por aburrimiento, o por hastio de ver ese engendro que les pasa por delante, que por otra cosa.

Más de un tercio de la jornada, confieso que lo he pasado pateando, y buscando esas farios que de tanto en tanto, sobre todo en otoño, aparecen en Pedret. Esta semana, no las vi. A veces, suelen moscardear, lejos de miradas indiscretas, en puntos muy concretos y solitarios del rio, pero esta semana, ni eso. Es más, ayer puedo seros franco que de no vi ni una, es que ni una, ceba en todo el dia.

Me crucé con muy pocos pescadores ayer, y todos ellos cucharilleros. El que más había pescado tres truchas en toda la mañana. Y digo por la mañana, porque por la tarde volvió a quedar el rio todo para mi, y para seguir paseándo pompones, atractoras y marcianitos diversos delante de las pocas, tristes y aburridas truchas muñonas que tomaban, como yo, el sol de una apacible tarde de anticipada primavera. Una manera como otra de relajarse, evadirse de los calentamientos de cabeza de la vida cotidiana, y de hacer tiempo para que abran la pastelería en Gironella, e ir a merendar.

Satisfecha ya la compulsión mística, sólo me queda recordar que la temporada real se abre en menos de dos semanas. Hubo un tiempo en que apertura y Pedret eran sinónimos. Ahora, me he tenido que adaptar a los tiempos que corren, por más que mi otro yo, ese de los recuerdos, ese que vive el pasado como si fuese hoy, ese que aún no se si viene conmigo a pescar, o a escuchar música clásica en el coche, ya vivió su propia jornada de apertura ayer.

TEMPORADA 2.010 - 2.011 - Nº 16

Sábado, 26 de Febrero de 2010

TEMPORADA COTOS INTENSIVOS DE SALMÓNIDOS 10-11 Nº 16

Coto del Pedret

Rio Llobregat

Capturas: 6 truchas arco-iris a ninfa

Pescador: Ferran RUBINSTEIN

Climatología: nubes altas y sol, templado.

Hora de inicio de la jornada: 10,15 h.

Hora finalización jornada: 17,00 h.

La música de hoy:

Viaje de ida:

Sinfonía nº 6

“Una Fiesta Eslava”

Alexander Glazunov

Viaje de vuelta:

Concierto para violín y orquesta nº 1

Joachim Raff

Sonata para piano nº 3

Anton Rubinstein

Lineas Tensas!


Ferran RUBINSTEIN.


Fotos: tres de los muchos compañeros y amigos que han compartido jornadas de pesca conmigo en Pedret a lo largo de los años: Jobst Rohmel, Daniel García y mi sobrino, Eduardo Oliva.

miércoles, 16 de febrero de 2011

GALERIA DE FOTOS. ALGUNAS FOTOS QUE RARAMENTE VEREIS EN OTROS BLOGS DE PESCA A MOSCA.





Foto nº 1 (superior): Una tarde de verano que curiosamente no ha terminado en tronada, y uno vuelve seco al coche: ¡Aleluya, esta vez hubo milagro! , y un tanto cabreado por no poder quedarse ha hacer el "sereno". Hay que estar pronto en casa a fichar. De todas maneras, el dia ha sido divertido, y se ha disfrutado de esa sensación de libertad salvaje que uno tiene cuando, solo en el rio, se considera un Robinson Crusoe fluvial: eructos sonoros tras deglución de la oportuna coca-cola, y hurgamientos en la nariz, incluidos en el mismo pack.

Foto 2 (la del medio): Esta es la cara de gilipopollas que se le queda a uno, cuando la preciosa trucha fario del Coto de Ratavilla, en el Rio Cardener, se le escurre de las manos justo en el momento de que el compañero aprieta el disparador. Mi amigo Antonio "El Pintor", que era el que tomaba la foto, aún se está riendo, medio año y pico después.

Foto 3 (inferior): ¡Foto a traición! Viejo, canoso y desafeitado, y además vestido con una gorra digna de "Elmer", el cazador de los dibujos animados de Bugs Bonny, ese individuo que ven es en ese momento uno de los hombres más felices del mundo, pues está donde quiere estar, o sea, a pie de rio, y se ha pertrechado para una acción de pesca que comenzará justo después de tomar esta foto.

sábado, 12 de febrero de 2011

JP-556. COTO DE ALFARRÀS.





JORNADA DE PESCA Nº 556

Mucha, pero que mucha niebla en la carretera este sábado, camino de Alfarràs, y de su coto intensivo, otrora conocido como la “Fábrica de Sueños”. Desde Collbató a La Panadella, niebla densa, y de allí hasta el mismo Alfarràs, niebla aún más densa y encima “pixanera”, o sea de ese tipo de niebla húmeda que lo deja todo calado como si hubiera llovido.

En Algerri, encuentro con mi amigo Francesc, cordial desayuno y tertulia, y tras el oportuno café y cigarrillo (este último fuera del local, por supuesto) Francesc a la parte de arriba del coto, la zona “teóricamente sin muerte”, a ver si suben y puede pescar a seca, y un servidor que se va a la parte de abajo del coto, a dejar discurrir por el rio sus ninfas de fantasía. Quedamos que subiría a la parte de arriba sobre el mediodía, a ver si yo me podía unir a una hipotética fiesta de la pesca sobre ceba vista.

Tras dos largas horas, de deambular como un espectro entre un fantasmagórico paisaje de niebla y humedad, y de zurrar el rio sin tener una sola picada, el guarda de Catalana Forestal, un señor muy amable que este sábado sustituía al Sr. Antonio, me dijo que poca trucha encontraría de la Gravera Arnó hacia abajo, pues los magros 100 kilos de truchas con las que habían repoblado, estaban nadando en esos momentos –con permiso de cormoranes de pluma, y de los de dos patas- en la parte de arriba del coto.

Todo y así, y ya que estaba en ello, decidí continuar pescando un rato más, fiel a los recuerdos de pescatas increíbles (ver por ejemplo los reportajes de las JJPP 544 y 546) de hasta hace pocos meses atrás, y de tantas y tantas jornadas de gloria a lo largo de años en esas mismas aguas, que ahora mismo, estaban vacías y esquilmadas de peces.

Una trucha, que salío pitando bajo mis pies, me dio un poco la clave de en donde podría localizar a las pocas que quedasen en ese tramo de rio no repoblado. Está claro que en una situación así, las pocas supervivientes del fin de semana anterior, en el que hubo como para poner máquinas de “su turno” al inicio de cada tramo (tal y como dice el Sr. Mákina, contertulio de Conmosca), y de una semana bajo la amenza del cormorán y los furtivos, tendrían que estar lo más ocultas posible, y eso en el rio, es pegadas, lo más pegadas a la orilla, sobre todo si hay cañaverales, salgueras y otras defensas de tipo vegetal.

Así pues, dejando deambular mis ninfas pegadas a mi propia orilla, al final conseguí un par de capturas, muy espaciadas en el tiempo, de iris de poco porte, la verdad sea dicha, y que seguramente eran supervivientes del holocausto pesquil de “captura y frie” de la semana anterior. Al menos, les dí una oportunidad de continuar luchando por su supervivencia, y espero y deseo que esten en ello.

Fue en esta última hora de acción de pesca, antes de cambiar de zona, en la que pude observar un extraño “poltergeist” fluvial, que seguramente pudieron percibir las personas que estaban pescando, furtiveando, paseando, etc por el rio. En apenas diez minutos, el volumen del cauce descendió casi medio metro, dejando al descubierto las piedras y algas de las orilla. Yo diría que es la primera vez en muchos años que veo el rio bajar con tan poco agua, y además que esto suceda en un visto y no visto.

A eso de la una y media, subí a la parte de arriba. A Francesc no se le veía el pelo por lo aledaños de la chopera... y a las truchas cebándose tampoco se les veía, en este caso, la escama. Aquí, en la zona de las choperas, los huertos, con sus hogueras de rastrojos, radios a todo trapo y perros ladrando, y el paisaje estepario, el rio bajaba con un caudal más que generoso, a diferencia de la parte de donde venía. Ya se sabe: “la mano que activa la compuerta”. Eso es lo que hay en los rios (tan) regulados.Y al que no le guste, que se vaya de excursión a la alta montaña, más arriba de la presa de Cavallers, o de la de Llauset , si es que las obras hidráulicas y sus consecuencias, para bien o para mal, no son lo suyo.

Si al menos picasen...pero al menos los primeros lances con las ninfas en el tramo de la chopera, fueron del todo infructuosos. Al cabo de un rato, a mitad de la amplia recta antes de la pronunciada curva del inicio de la antigua “zona de mosquito”, comencé a tener alguna picada: una se materializó en captura, y la otra se zafó de entrar en la sacadera.

En ese momento, venía mi amigo Francesc, de vuelta por el camino paralelo al rio, fumando un puro y cabreado como una mona: se había pateado todo el sin muerte, sin haber visto ni una ceba, y sin haber localizado un pez con sus gafas polarizadas más que en el corto tramo que va desde la “poza de los tontos”, justo después de la chopera, hasta el chorro de la piscifactoría, o sea, justo el tramo en que estaba yo pescando. Y encima, las truchas estaban fondeadas, en actitud más bien pasota.

Por lo visto, los hipotéticos cien kilos de truchas, los habían soltado en un tramo de apenas medio kilómetro. Lo único positivo, es que en ese medio kilómetro me encontraba yo, armado con mis ninfas “rosa camarón” y “pompom color salmón”.

Menos repoblación, dudosos cien kilos, pero eso si... los tickets al mismo precio, o incluso más caros. Bienvenidos a la gestión de la crisis. Y se sabe, no hay un duro para nada, y como solución magistral la que le propuso la Sra. Salgado al Molt Honorable Artur Mas: vaya, y suba los impuestos.

Visto lo visto, y sabido lo sabido, a pescar con fe y a “peinar” el rio con paciencia. Y de esa manera, en un tramo bien corto de rio, y en un espacio de tiempo que no supondría ni un cuarto del total de una jornada de bostezos, miserias, nieblas y rios con caudales variables, obtuve siete truchas arco iris más, incluída una que podría considerarse un “truchón digno de estar en Segunda División de Oliana” (48 cms,), y que constituyeron un maquillaje resultón a un dia que en sus primeras tres horas parecía predestinado para hacer un bolo doloroso, de esos que encima te cuestan 11 Euros (para variar, mi Federativa del año en curso, “se está tramitando”, y evidentemente, los meses transcurridos en ese trámite no se me reembolsarán).

Otro hecho positivo de la breve, aunque fructífera, mini jornada de tarde, fue el tener el placer de conocer a Paco Álvarez, “Pallars” en los foros de “Conmosca”, con el que estuvimos hablando de tiempos pretéritos y mucho, pero que mucho mejores, en los que fue su, mi, vuestra Fábrica de Sueños del rio Noguera Ribagorçana: tardes espectaculares pescando a seca pleno invierno, serenos increíbles en la balsa del puente, farios de cine en la pasarela, pescatas de locura... algo que, gracias a tantos años de nefasta gestión, va quedando en el recuerdo de aquellos afortunados que tuvimos la suerte de vivirlo, y que ahora sólo podemos revivir, por un breve espacio de tiempo, durante los “otoños alfarraseños”, cuando se super repuebla para los másters que se celebran durante el mes de octubre.

Por su parte, Francesc consiguió al fin su única y magra recompensa, pero valió la pena. En la misma chopera, en una zona manida, trillada y super pisada, el hombre divisó “algo” que comía justo en la lámina de agua. Mirad si tiene fe mi amigo, que volvió a armar la caña que ya había desmontado, volvió a rehacer el bajo de línea y se puso a intentarlo de nuevo... hasta que ese “algo” picó y se prendió de su emergente: una fario preciosa de muy bien tamaño. A esta hubiera valido la pena hacer una foto (la verdad es que soy banstante reticente a llenar blogs con fotos de truchas de repoblación), pero seguramente, en el momento en que Francesc peleaba y disfrutaba de su única trucha, pero pescada como a el le gusta, yo estaba unos cuantos metros rio arriba, de tertulia con Paco Álvarez.

Esa trucha, la que pescó Francesc, prueba que en los rios, con repoblación o sin ella, en zonas que creemos superpescadas, hay más peces de los que creemos, o de los que nuestro ego como pescadores se aviene a admitir: son peces nacidos en el rio, o asilvestrados, que han aprendido a sobrevivir: seguramente, están muy pegados a la orilla, lejos de la sombra del ala del cormorán, tan quietos, a veces, que los tenemos a tocar de bota cuando pateamos el rio como el caballo de Atila: es más, empiezo a estar convencido de que los hay que ya nisiquiera se espantan, y saben que el mejor escondite es estar cerca de la bota de “ese”, bien sea legal, o furtivo, que casi le pone el pie encima.


TEMPORADA 2.010 - 2.011 - Nº 15


Sábado, 12 de Febrero de 2.011

TEMPORADA COTOS INTENSIVOS DE SALMÓNIDOS 10-11 Nº 15

Coto de Alfarràs

Rio Noguera-Ribagorçana

Capturas:

Pescador: Ferran RUBINSTEIN: 9 truchas arco-iris a ninfa.

Pescador: Francesc Bernal: 1 trucha fario a mosca seca.

Climatología: mañana: niebla y humedad. Tarde: soleado y templado.

Hora de inicio de la jornada: 10,30 h.

Hora finalización jornada: 16,15 h.

La música de hoy:

Viaje de ida:

Concierto para violín y orquesta nº 2 “en estilo húngaro”

Joseph Joachim

Sinfonía nº 5

Anton Rubinstein

Viaje de vuelta:

Concierto para piano y orquesta nº 3

Concierto para piano y orquesta nº 4

Carl Reinecke

Cuarteto para cuerdas nº 1

De Joachim Raff


Lineas Tensas!


Ferran RUBINSTEIN.

domingo, 6 de febrero de 2011

JP-555. COTO CAMÍ DE L´OLIVA - OLIANA.





JORNADA DE PESCA Nº 555


Algo en la madrugada de este sábado, el primero de los de Febrero, parecía presagiar que la Primavera estaba a punto de llegar. Quizás el radiante amanecer, en un cielo sin nubes, visto desde el retrovisor de mi coche, quizás la llegada a La Panadella, parada y fonda, por primera vez con temperatura positiva en lo que va de invierno, o puede que fuera el que los campos de la Segarra no estaban helados, o incluso la seis lechuzas que pude ver, encaramadas majestuosas, tan chulas ellas, sobre el cableado de media tensión, desde Cervera hasta Guissona.
Sin embargo, no es de recibo que los pescadores con un mínimo de experiencia, desconfiamos mucho de estos dias con estética “de postal”, y más si son en invierno, pues tras su cara amable, suelen ocultar la decepción de un bolo a traición.
Todo y que a priori, las condiciones que se daban para pescar eran parecidas o incluso mejores que en mi última visita a Oliana de hace quince dias (dia templado, incluso con calorcillo al mediodia, rio con un amable caudal de apenas 14 m3/seg. y poca gente pisando el cauce), la de este sábado resultó ser la de resultados más miserables e incluso injustos de toda la presente baja temporada en cotos intensivos de salmónidos.
La sombra del bolo planeó sobre nosotros, y esta vez la rifa del mismo le tocó a mi amigo Francesc, quien fue el que menos se lo merecía, pues no dejó de pelear, sin éxito pero con muchísimo interés e insitencia, contra lo poco que asomó el morro fuera del agua.
Sin embargo, y fijáos lo injusta que puede ser a veces la pesca, un servidor evitó el bolo pescando un señor truchón fario en la única, si, si, la única picada que tuve en todo el dia.
Vistos nuestros intereses siempre divergentes en materia de donde buscar las truchas, Francesc se fué con sus moscas secas, y animado por la bonanza del dia, a ver si las veía subir, rio arriba. Yo por mi parte, con mis tungstenos y plumeros de colorines, bajé rio abajo para reseguir luego de subida corrientes que suponía querenciosas.
Quiso la suerte que, al poco de empezar, y en las aguas paradas de la única de las pozas en todo ese océano de aguas someras y correntitas de orilla contraria que es la parte alta del coto (cuando el rio está calmado, claro está), pescase la que iba a ser la única trucha de nuestra jornada.
Fue una historia bien curiosa, que merece ser contada. Había hecho un lance de esos “por probar” dentro de la poza, cuando a poca distancia de mi, y fuera de la misma, estaba hociqueando el fondo una señora carpa, de esas dignas de figurar en un anuncio de venta de boilies en un revista de pesca . Mi reacción institiva fue el meterle mis ninfas a tocar de sus gruesos morros y tener, acto seguido, una batalla digna de las Termópilas, los Campos Cataláunicos y el Puente Milvio, todas ellas juntas y bien revueltas. Si embargo, nada más mover la muñeca, se dobló la caña, y al otro lado de la linea había una buena señora trucha, de esas farios de pintas grandes y tamaño más grande aún. Lo curioso es que la batalla fue muy breve, y no tan sólo por que no tenía ninguna corriente que ganar en su huída. El pobre animal se había hecho un lío con la linea, y encima se le había clavado la ninfa de abajo (había picado al pompom, en este caso la de arriba) en el vientre. La bestia estaba sufriendo, y mucho, pues la linea le tensaba una de las agallas. Así que, ensalabrada rápida, desclavado de ninfas por vía de urgencia y desenrrollado de hilo alrededor de su cabeza a toda prisa, pues es menester asegurar la devolución al agua con vida y ahorrar sufrimientos a la captura. Para otra vez quedarán celebraciones y fotos. Lo primero es lo primero: el compromiso de pescar sin muerte, y asegurarnos de que así sea.
Después de este afortunada, aunque azaroso, lance, más hubiera valido la pena de que me fuera a tomar el espléndido sol primaveral, con untada de bronceador incluída, a leer al coche, o a cualquier otra actividad de “panching”, pues durante las horas no volví a ver una picada, hasta que, casi caída la tarde, recogimos bártulos.
Al finalizar de pescar, o mejor dicho, de zurrar o fustigar las corrientes que me había propuesto prospectar, me encontré a Francesc completamente enfrascado en un combate singular con una única trucha que moscardeaba, a intervalos totalmente irregulares, en una correntita. El hombre llevaba el borrego de su chaleco repleto de moscas del más diverso plumaje y pelaje, pero con esa resabiada no había manera. Bajaba poco insecto por el rio, pero estaba claro que la efemerita gris clara, tan típica del invierno, era un pardón. Sin embargo, hasta a esa le había hecho ascos la trucha selectiva que estaba costándole un dolor de cabeza a mi amigo Francesc. Probó además de moscas, de corregir presentaciones, pero estaba visto que esa trucha, al menos ese dia, no iba a tocar red de salabre.
Visto el (escaso) éxito, nos dimos un paseo por el rio, a ver si veíamos algún tipo de actividad, o tanteando alguna postura con las ninfas de vez en cuando. Pero parecía que las truchas se hubieran ido de vacaciones, tal y como nos corroboraron los pocos pescadores con los que nos encontramos: muchos bolos se repartireron este sábado en Oliana.
Finalmente, decidimos quemar el último cartucho en una de esas posturas en las que “siempre suben por la tarde”, una de esas de recuerdos de serenos históricos y memorables. Fue precisamente al encaminarnos hacia allí, cuando nos encontramos a ese par de cracks de la pesca que son Jordi Babusci y Santi Medina, a los que tuvimos ocasión de saludar y de charlar. A ellos, por supuesto, les había ido mucho mejor que a nosotros, pero todo y así, admitieron que el dia no es que fuera para echar cohetes, ni tan sólo eso. Más bien, un dia de pesca muy pobre, pese a que pareciese que la primavera hubiese llegado ya.
Nuestro último cartucho, resulto ser un petardo de feria con la pólvora mojada. Los dos intentando pescar a seca “al agua” en una superficie baldía, en donde apenas vimos tres cebas en una hora y media.
Por suerte, mi amigo Francesc es de los que valoran las cosas realmente importantes de la vida: poder salir un sábado, pasear por el rio con la caña en la mano, y disfrutar de estar lejos de la vorágine de la vida cotidiana al menos durante unas horas, haciendo lo que tanto le gusta, y sobre todo como a él le gusta, o sea: a seca... aunque sea invierno.
Por mi parte, nunca dejará de sorprenderme cuán injusta puede ser la pesca a veces, como por ejemplo ayer, cuando salvó el bolo, y llegó a tocar escama el que menos se esforzó, y por supuesto, el que menos se lo merecía.
Pero también es verdad que pese a todo, la aventura es la aventura, y casi todos nosostros preferimos el riesgo de una pesca de injusto resultado, a la comodidad de otra actividad más “justa”, pero que estuviera alejada de nuestro querido rio, y de nuestros queridos peces.
Y no nos preocupemos. En cuatro dias, lo más seguro para cuando empiece la nueva temporada, se va ha hinchar de nevar y llover, y con ese tiempo de perros, empapados los anoraks y congelados nosotros cual varita de merluza, seguro que hasta nos hartamos de tanto pescar.


TEMPORADA 2.010 - 2.011 - Nº 14
Sábado, 5 de Febrero de 2011

TEMPORADA COTOS INTENSIVOS DE SALMÓNIDOS 10-11 Nº14

Coto Camí de l´Oliva – Oliana. Intensivo sin muerte.
Rio Segre
Capturas:
Pescador : Ferran RUBINSTEIN: 1 trucha fario a ninfa.
Francesc Bernal: 0.

Climatología: soleado y templado
Hora de inicio de la jornada: 10,30 h.
Hora finalización jornada: 16,45 h.
La música de hoy:
Viaje de ida:

Sinfonía nº 3
Anton Rubinstein

Concierto para violín y orquesta nº 2 “en estilo húngaro”
Joseph Joachim

Cortejo Solemne, Op. 50
Cortejo Solemne, Op. 91
Alexander Glazunov

Viaje de vuelta:
Sinfonía nº 2
Robert Füchs

Concierto para Violín y Orquesta nº 1
Obertura “MacBeth”
Joachim Raff



Lineas Tensas!


Ferran RUBINSTEIN.