"Si, al igual que yo, sois de los que creeis que tenéis poco que enseñar, mucho que aprender y aún más que compartir, éste es vuestro blog".

martes, 29 de julio de 2014

JP-707. A MOSCA SECA, CASI TODO EL DÍA, EN LA PATAGONIA CATALANA- Martes, 29/07/2014

Primera hora de la mañana en el río. Hora de frescor, de ilusiones y de excitación ante la perspectiva de una nueva jornada de pesca. En esta ocasión y en el "Segre  Olianero", me encontré  a las truchas activas en superficie nada más llegar al río, y me dí el lujo de comenzar el día pescando a mosca seca.   

Las truchas fario de repoblación fueron las protagonistas absolutas de la jornada, que en esta ocasión se desarrolló en su totalidad en la parte superior del coto, conocida también como "Camí de l´Oliva". 

La pesca a mosca seca dio grandes réditos en esta jornada, que se puede considerar como entretenida y sin grandes sorpresas. El uso del tándem, con una pequeña ninfa, en la recta final de la jornada tuvo como objetivo buscar una picada de los barbos, en un escenario de aguas someras, que no terminó sucediendo.

Un día fresco, un caudal amable y una buena repoblación: crónica de la resurrección estival de "La Patagonia Catalana"... hasta que lleguen nuevos desastres.


JORNADA DE PESCA Nº 707

Un día fresco, pese a ser verano y hacer sol, un caudal amable, pese a estar en el imprevisible Segre entre pantanos, y una más que generosa repoblación de truchas fario: estos son lo elementos que se han combinado para disfrutar de una jornada de pesca tan relajante y desestresante, como divertida, aunque sin excesivas pretensiones, en un nuevo capítulo de la resurrección estival de la "Patagonia Catalana"...hasta que lleguen nuevos desastres, como nuevas aperturas descontroladas de compuertas, averías de las mismas, con meses de fluir agua como el chocolate, o arrasamiento del coto por parte de una legión de furtivos. Toquemos madera, pues todas las desgracias, habidas y por haber, ya han sucedido, y el coto de Oliana sigue estando allí. A día de hoy, la obra (¿drama?¿comedia?) la interpretan actores con otra librea, y actúan incluso invitados no deseados (seguramente, ni vosotros ni yo escribimos  el guión, pero la representación está ya en escena, y el show debe continuar), pero pese a todo, y pese a quien pese, nuestras ganas de pescar siempre son muchas, y Oliana, nuestra querida "Patagonia Catalana" forma parte del imaginario colectivo de cualquier pescador deportivo fluvial que se precie en nuestro Principado, así que vamos a relajarnos y a disfrutar de este verano tan distinto, en un lugar de leyenda, todo y que esta, y otras, hace ya tiempo forman parte de un pasado tan lejano como difuso.
Si bien hace menos de diez días pescaba, en mi retorno a Oliana tras una larga ausencia, diecisiete luciopercas y un barbo, pero ninguna trucha, en esta ocasión ha bastado el estar solo, y tener todo el río para mi, para acceder a las siempre querenciosas tablas de la parte superior del coto (Camí de l´Oliva) y darme un buen atracón de pescar a mosca seca. Eso si, sobre una marea a de truchas fario de repoblación; de una repoblación con tallas muy apreciables (peces de entre 25 y 35 cms.), pero peces de criadero al fin y al cabo.
Supongo que la actividad de las truchas a toda hora, ya desde la primera de la mañana, ha tenido que ver tanto con el buen tiempo, un día soleado pero inusualmente fresco, como por lo manso del caudal, pues por lo menos en esta jornada, los señores que deciden cuando y cuanto se abre la compuerta del pantano, parecen haber dado tregua a peces y pescadores y han mantenido unos confortables 15 m3/seg. a lo largo del día, o por lo menos de casi todas las horas que he estado metido en el río, ya que a la hora de inicio de la acción de pesca, a eso de las nueve y cuarto, bajaban casi el doble de metros cúbicos por segundo, pero en menos de una hora y media el aluvión ha remitido, y me ha dado la impresión de que cuando marché, por la tarde, el río seguía bajando, lentamente pero en descenso.
Pocas complicaciones hubo en esta ocasión, en lo que a acción de pesca se refiere. Bastó con un tricóptero, de los mas simples, de pelo de ciervo, para ir pescando a lo largo de las horas, unas veces sobre ceba vista, otras directamente al agua. ¡Que gran placer este de hacer volar la línea!¡Que gusto el poder ver picadas en superficie! Todo y el origen repoblado de las capturas, siempre es una experiencia que nunca cansa, esto de pescar a mosca seca, ni en una ni en mil capturas, o un millón de ellas que hiciésemos, pues es la esencia misma  del fly-fishing.
Por la tarde, y viendo el gran número de barbos que pululaban por la zona, compartiendo espacio vital con las nuevas inquilinas de librea de pintas, cambié un rato la seca por un tándem con una ninfa de muy poco peso de punta, con la intención de capturar alguno de los bigotudos, pero en esta ocasión los muy hidrodinámicos ciprínidos no le hicieron caso al señuelo que iba destinado para ellos, y que sirvió solo para añadir tres truchas más a una lista de once que ya llevaba con mosca seca.
Quizás a algunos les parezcan pocas estas catorce capturas, en un día  de tanta actividad, pero los números siempre son engañosos; todavía capturé tres truchas más, pero al venir prendidas por el lomo, peces "al robo", no las pude contabilizar como capturas efectivas. Por otro lado, y durante un largo rato en que estuve pescando a la mayor distancia que permite mi siempre pobre y desentrenada pericia con el lance, fallé bastantes clavadas, unas veces por ir demasiado lento, y otras por recoger la línea desacompasadamente, y tener demasiada longitud de la misma desparramada por el agua al recibir la picada.
Cuando ya recogía bártulos, tras gozar de un día tan apacible y divertido, tuve ocasión de saludar al contertulio de Conmosca Tricolor. al que conozco de hace años, pescando en otros ríos, Un hombre afortunado: esta pasando unos días de vacaciones en Oliana, y se dirigía a gozar de una buena jornada de tarde, y seguramente de un buen sereno, tras haber  llevado a sus hijas, por la mañana, a pescar luciopercas en la parte baja del coto.
A ver si a mi hija le entra la fiebre de la pesca algún día. De momento, no hay manera. Lo suyo son más las Princesas Disney, y sobre todo estar cantando y bailando todo el día. Paciencia, y no vamos a forzar la situación: la pesca es como una revelación, y no todos pueden ser elegidos.  
     

JORNADA DE PESCA Nº 707

Martes, 29 de julio de 2014

Coto Intensivo de Oliana S. M.- SE08
Río Segre

Temporada 2013 - 2014 - Nº 35
Temporada de Salmónidos 2014 - Nº 18

Pescador: Ferran RUBINSTEIN

Capturas: 11 truchas fario a mosca seca y 3 truchas fario a ninfa

Climatología: soleado y fresco, con algún intervalo de nubes altas y episodios de viento a lo largo del día.

Caudal: medio
Condiciones de vadeo: vadeable sin dificultad, pero mejor ayudarse con un bastón de vadeo.

Hora de inicio de la jornada: 09,15 h.
Hora de finalización de la jornada: 16,30 h.

La música de hoy:

Viaje de ida:

Sinfonía nº 4
"La Canción del Héroe"
Anton Dvorák

Sinfonía nº 1
Robert Fuchs

Viaje de vuelta:

Sinfonía en "FA" sostenido
Erich W. Korngold

"La batalla de los hunos"
"Mazeppa"
Franz Liszt

Obertura de "Rienzi"
Richard Wagner

Líneas Tensas!


Ferran RUBINSTEIN.


lunes, 28 de julio de 2014

JP-706. UN GRAN TRUCHÓN DE MAGIC ANGLÈS, DEL QUE NO QUEDARÁ UNA IMAGEN PARA LA POSTERIDAD. Jueves, 24/07/2014.

En el espacio de esta foto podría haber ido la foto de la trucha arco-iris más grande que he pescado en Anglès, y una de las mayores que he capturado en mi vida de pescador.  Sin embargo, para poder hacer la foto hubiese puesto, a buen seguro,  en peligro la vida del pez, por lo que el sentido común se impuso a la vanidad, y esta gran trucha nada de nuevo libre y feliz por el río.  El no haber podido inmortalizar su captura se me antoja un precio muy barato, con tal de haberla podido devolver sin daños al agua.  

Otro de los tópicos a desmontar, es que el verano es la estación ideal para la pesca por autonomasia.  En días de intenso calor y de deslumbrante luminosidad, las truchas suelen tener grandes parones de actividad. Además, en "Magic Anglès" están tan sobrepescadas que cuando se activan pasan a estar terriblemente selectivas..



JORNADA DE PESCA Nº 706

Esta jornada de pesca, ha coincidido con el primer día de vacaciones de verano de este año. Unas vacaciones en las que la pesca va a tener bastante menos protagonismo del que desearía, pues el turismo con la familia va a ocupar la mayor parte de las mismas, y también he buscado un hueco de tiempo para la práctica del montañismo con los compañeros del centro excursionista.
Un año más, las jornadas de pesca englobadas en el período de vacaciones, y empezando por esta, van a ser "low cost", o sea a destinos relativamente cercanos a mi casa, en donde pesco a lo largo del año. No es que esto me complazca en demasía, pues quizás sería más de mi agrado el que mi afición favorita ocupase más espacio de tiempo de mi período vacacional, para poder así escaparme a ríos lejanos que he pescado pocas veces o ninguna, pero no me queda otra que resignarme: sobre mi tiempo, como les pasa a tantos otros, no tengo potestad absoluta de gestión, así que voy a aprovechar al máximo los días en que pueda escaparme a pescar, y por supuesto os lo voy a seguir contando en este, nuestro blog.
La primera de mis escasas jornadas de pesca en vacaciones, esta vez en "Magic Anglès", la he vivido bastante desubicado, pues no he terminado de creerme ni que estuviera ¡por fin! de vacaciones, tras largas semanas de intenso stress laboral, ni que estuviera pescando en un día que no fuera sábado.
Todo y estar en uno de los meses de julio más frescos de los últimos años, con un alto índice de pluviosidad, curiosamente este día ha sido uno de los más calurosos del mes. Un día de esos en que el calor y el intenso bochorno hacen muy arduos de pasar, salvo que uno pueda disfrutar del frescor del río, y de la sombra del bosque de ribera..  
Como suele suceder en estas fechas, con los consabidos desembalses controlados para el regadío, el caudal del Ter bajaba alto, todo y que perfectamente pescable. En cuanto al vadeo, pues con precaución, bastón de vadeo, y en mi caso incluso con crampones de vadeo, ningún problema.
Actividad de los peces, la habido a lo largo de toda la jornada, pero esta vez me ha costado mucho el que los habitantes del planeta río se interesasen por mis moscas. En un día de pleno verano, solo he conseguido pescar cuatro truchas, dos farios y dos irisada. Un pobre dato cuantitativo, todo y que la lectura cualitativa es ligeramente mejor, ya que uno de las dos arco-iris resultó ser una de las mayores truchas que jamás he pescado en "MagicAnglès", y posiblemente una de las de mayor tamaño de toda mi vida como pescador.
Tras dos horas y media de ir pescando bien a tandem de seca y ninfa, o directamente a mosca seca, tuve una picada brutal a la ninfa del tándem (un simple perdigón naranja), y tras un combate larguísimo que me dejó el brazo hecho polvo y temblando de nervios como un flan, conseguí meter en la sacadera un "torpedo" realmente exagerado. "Barras de pan", de gran tamaño, las hay muchas en "Magic Anglès", pero en esta ocasión se trataba de una trucha arco iris veterana, muy hecha al río, con muchos tiros pegados, y sobre todo con unas aletas tan grandes que parecían alerones de un coche de Formula-1. Una vez ensalabrada, y estando yo en una posición muy precaria dentro del cauce de río, me di cuenta de que iba a ser muy difícil inmortalizar esta captura mediante una fotografía, pues de entrada ya me costaba abarcar la cabeza del bicho con mi humilde mano, y ya fue toda una odisea desanzuelarla. Tras la batalla, agotadora para las dos partes, la trucha estaba realmente estresada y boqueaba como una desesperada, por lo que me entró un gran miedo a que tan noble pez pudiera morir, así que por una vez el sentido común se impuso a la vanidad, y desistí de perder el tiempo en el encuadre de una foto muy complicada de hacer, para pasar a centrar mis esfuerzos en reanimar a tan valerosa gladiadora fluvial. Tuve suerte, y con mimo y cariño el enorme pez se recobró del esfuerzo y le vi partir, derrotado pero vivo, de nuevo hacia algún apostadero seguro en donde reponerse del susto. No dejó de sorprenderme que un pez con tanto río en sus aletas sucumbiese a algo tan simple como un perdigón de color naranja, y aún mas me sorprendió el que hubiese podido gestionar una pelea con éxito, contra esa fiera, con un terminal de un diámetro relativamente tan fino como un 0,14.
Tras este episodio, seguí apostando, a lo largo de la jornada, por pescar a tándem, y todavía tuve ocasión de pescar tres truchas más, siempre con picadas a la ninfa: una humilde pero muy bella arco-iris tipo "tigre", poco más que palmera, y dos farios, de origen repoblado, que rondarían los treinta centímetros.
A primera hora de la tarde, todo y levantarse aire, se aceleró la actividad en superficie, y las truchas se pusieron a comer con ganas. Fue entonces cuando lo probé a seca, pero de un modo totalmente infructuoso, pues ni cambiando de mosca, ni haciendo diversas correcciones de bajo de línea, conseguí que las truchas se interesasen por lo que les presentaba. Volaban efémeras, de varios tamaños y colores, y también tricópteros, pero la impresión que me dio es que lo que provocaba la voracidad de los peces era algo que emergía del fondo y que estaba a punto de eclosionar cuando lo engullían, y que las emergentes que les presenté no lograba imitar del todo bien. Muy pinchadas están las truchas de "Magic Anglès", coto muy pescado y repescado, y mucho hay que afinar en este coto cuando las truchas se ponen realmente selectivas, una auténtica "comida de coco" que no deja de contrastar con lo ingenuamente absurdo de otras picadas, a lo más simple y esquemático, como ninfas de colorines para cotos de repoblación, que de modo sorprendente terminan con capturas de peces muy veteranos, como el truchón protagonista de esta jornada, el que se quedó sin fotografía. Y es que, supongo, los peces veteranos de "Magic Anglès" han visto tantas moscas y tantas ninfas que, a veces, es el factor sorpresa de ver algo poco visto lo que puede costarles un buen revolcón y pasar un rato derrochando adrenalina.
Por cierto, todo y estar ya de vacaciones, y de no ser sábado, fui a merendar al terminar la jornada (costumbre que, al igual que el embadurnado de manos con Brummel, tiene vigencia permanente), y esta vez, tal y como comenté en un artículo anterior, me atreví con un par de esos grasientos, pero terriblemente apetitosos, helados Ben & Jerry´s. Antes de ir a merendar, cuando volvía hacia el coche por el camino paralelo al río, tuve el placer de saludar al guía de pesca Antonio Guirao, que llevaba como cliente a un pescador francés, y que coincidió conmigo al señalar que en el verano, y en especial en los días tan calurosos, las truchas se ponen realmente raras, muy raras.


JORNADA DE PESCA Nº 706

Jueves, 24 de julio de 2014

Coto Intensivo de Anglès - El Pasteral S. M. TE015
Río Ter

Temporada 2013 - 2014 - Nº 34
Temporada de Salmónidos 2014 - Nº 18

Pescador:
Ferran RUBINSTEIN

Capturas: 2 truchas fario a ninfa y 2 truchas arco-iris a ninfa

Climatología: soleado y caluroso, con intervalos de viento a partir de primera hora de la tarde.

Caudal: alto
Condiciones de vadeo: vadeable con mucha precaución, y mejor con la ayuda de un bastón de vadeo.

Hora de inicio de la jornada: 10,00 h.
Hora de finalización de la jornada: 16,45 h.

La música de hoy:

Viaje de ida:

Concierto para piano y orquesta nº 2
Piotr Ilych Tchaikovsky

"Nòtre Dame"
Franz Schmidt

Viaje de vuelta:

Sinfonía nº 8
Alexander Glazunov

Concierto para piano y orquesta en "SOL" menor
Anton Dvorák

Líneas Tensas!


Ferran RUBINSTEIN.

sábado, 19 de julio de 2014

JP-705. INVASIÓN VAMPÍRICA EN EL REGRESO A LA PATAGONIA CATALANA. Sábado, 19/07/2014.

Una invasión de  luciopercas en el río ha sido el hecho más relevante del día del retorno a Oliana.

Entre pantano y pantano, lo que queda del antaño gran Segre a su paso por Oliana baja con más agua que otros veranos, un tanto turbia aún, pero perfectamente pescable.

Los ciprínidos no han faltado a la cita con los pescadores en Oliana. Este simpático barbo fue para mi un "premio de consolación", tras haber perdido en la pelea un carpa de grandes dimensiones.  

Todo y quedar encajonado entre dos pantanos, el exiguo tramo del Segre en Oliana todavía ofrece estampas de gran belleza, como este paisaje de verano en las cercanías del puente de Tragó. 

JORNADA DE PESCA Nº 705

El día de mi tan esperado, y tantas veces pospuesto, regreso a Oliana, ha estado marcado por una extraña "invasión vampírica" en el río, y ha terminado siendo una jornada que, pese a tener como destino un coto intensivo sin muerte de truchas, ha acabado con una pescata de dos dígitos de otras especies de peces, pero con ninguna  trucha, ni fario ni irisada, en el salabre.
Llevaba mucho tiempo sin pìsar el Segre en Oliana, concretamente desde principios de octubre de 2012. Desde aquel entonces, un cúmulo de malas noticias me ha mantenido lejos de este destino, que durante tantos años ha formado parte de mi paisaje habitual, en lo que a mi afición a la pesca se refiere, tales como: desembalses brutales, furtivismo descontrolado, y meses y meses de bajar un aluvión de agua del color del chocolate, debido a una supuesta avería en la compuerta de fondo del pantano..
Pero cuando ya estaba resignado a seguir sin volver a pescar en La Patagonia Catalana, han ido llegando, con cuentagotas eso si, dada la perversa tendencia al secretismo en este mundo de la pesca (1), noticias de una ligera mejora tanto en lo que a caudal como a repoblación de peces se refiere, y finalmente me he decidido a volver a este río que, herido y mutilado, encerrado entre lagos artificiales y sometido a la merced y soberbia de los hombres, todavía tiene el poder de poner a más de algún pescador en su sitio, como bien dice mi amigo Daniel Somolinos, un devoto admirador del padre Segre.
En el exiguo tramo de Oliana, de apenas cinco kilómetros, sobrevive, rehén de la ingeniería hidráulica y de la ávida de sed de campos e industrias, lo que queda de uno de los tramos del que fuera el mejor río truchero de baja montaña del sur de Europa. Y todo y así, preso y mutilado, el Segre Olianero había ganado la fama, por su extensión de lámina de agua y por las descomunales truchas trofeo con las que se repoblaba el coto, de ser un destino de pesca "premium", para el cual incluso alguno que otro se había comprado hasta una caña de 12 pies para dos manos, para uso del lance Spey, y no tardó en ser conocido como La Patagonia Catalana.
Sin embargo, con el pantano inferior (Rialb, actualmente el de mayor capacidad de Catalunya) rozando el 100% de su capacidad e invadiendo parte del tramo inicial del coto, y con el superior (Oliana) desembalsando agua a buen ritmo casi un año entero, lo raro hubiese sido que estos hechos no hubieran tenido repercusión sobre el río. De momento, las luciopercas -hasta ahora invitadas esporádicas- se cuentan ya por cardúmenes, y a saber que otra fauna irá apareciendo. Por otro lado, y cosa perfectamente normal, como cada verano muchos ciprínidos, especialmente barbos, han marchado del pantano, remontando el río, en busca del frescor del agua más oxigenada por las corrientes.
Dejando de lado consideraciones éticas y ecológicas, la verdad es que la aparición de las luciopercas supuso para mi el poder engrosar la lista de las especies que he conseguido pescar a mosca, y eso me hizo muy feliz, casi tanto como el poder pescar de nuevo un gran río, de grandes dimensiones y con variedad de especies que pescar, cosa que para mi siempre es un gran aliciente.
Con sus afilados colmillos y sus grandes ojos saltones, las luciopercas (a las que los asiduos de La Baells en los años 90 llamábamos sandras) tienen un aspecto vampírico y siniestro, y aquí termina toda la mística, pues a la hora de la verdad es uno de los peces menos deportivos que conozco. Todo y que las diecisiete sandras que capturé eran de contenido tamaño (la mayor pasó un poco de 25 cms.), su pelea fue tan breve y decepcionante como las de grandes dimensiones que había pescado hace años en los pantanos y en el río Ebro, o sea una picada brusca, como si el señuelo se hubiera trabado en un tronco o una piedra, y al segundo o tercer castigo con la puntera de la caña el ejemplar se entrega mansamente, a menudo panza arriba.
Bien sabido es el valor gastronómico de las sandras. En Centroeuropa es pez de mercado y mesa, y yo mismo he tenido el placer de degustarlas en Hungría. Por eso, ayer unos cuantos pescadores, la mayoría mosqueros o gente de esta guisa ataviados,  no dudaron en hacer una masacre de sandras, llevándoselas en bolsas de plástico a las neveras portátiles de sus coches, al amparo de la legislación que exige el exterminio de peces alóctonos. Por mi parte, ya sabéis de mi firme compromiso con la pesca sin muerte, sea con el pez que sea. Y tampoco creo haber incumplido ninguna normativa por haber sido fiel a mis planteamientos éticos: lo que pasa es que soy muy torpe, además de tener principios de Parkinson, y cada vez que iba a darle matarile a alguna, se me escuría de mis temblorosas manos y terminaba nuevamente en el río, que es en donde creo humildemente que deben estar los peces, todos ellos, pues estos animales, objetos de nuestros sueños, ni son conscientes de lo que es legal o no, y ni mucho menos tienen la culpa de estar donde están. 
El día de mi retorno a La Patagonia Catalana, fue de esos de tan elevada temperatura (34 grados a las dos la tarde), como de insoportable grado de humedad, con un cielo nublado en el que de modo esporádico aparecía el sol. Un día de muy poco confort, de esos de sudar copiosamente al más mínimo esfuerzo.
El caudal del Segre, aguas abajo del embalse de Oliana, sigue estando un poco más alto de lo que era normal en estas fechas, y con el agua más turbia de lo que era habitual. Pero pese a estas circunstancias está perfectamente pescable. En cuanto a la vadeabilidad y transito por el lecho del río, tampoco hay mucho problema, siempre y cuando se extremen las precauciones y se haga servir el bastón de vadeo. En mi caso, no dudé en usar los crampones de río, atados a las botas, permitiéndome su uso un extra de seguridad que nunca viene mal a patosos como yo, siempre propensos al inesperado chapuzón con la ropa puesta.
El día de pesca, en cuanto a acción se refiere, se dividió en las siguientes tres partes:

1- Por la mañana, en la parte alta del coto. En esta manga se frustraron mis intenciones iniciales de pescar las siempre querenciosas tablas del Camí de l´Oliva, pues todo y madrugar bastante cuando llegué las mismas ya estaban llenas de pescadores. Así pues, estuve faenando en las corrientes de la zona del chorro de la antigua piscifactoria, con un par de perdigones pescando largo, y lo único que obtuve fueron dos picadas de "algo" que quiero suponer eran truchas, pero que ni llegué a ver porque se soltaron enseguida.

2- A mediodía y hasta primera hora de la tarde. Un cambio de zona con el coche, para evitar la masificación, me llevó a otro de los tramos clásicos del coto, el de la enorme poza del puente de Tragó. Aquí tuvo lugar el episodio de las luciopercas, y en el punto en que la corriente entra en la poza tuve mi "momento ciprínidos", un ratillo de relativa gloria en el que perdí una carpa realmente descomunal, por culpa de un nudo mal hecho, y en el que conseguí ensalabrar un barbo muy majete y gracioso, a modo de digno premio de consolación. Al tratarse de un escenario con relativa profundidad, lo trabajé con un par de ninfas pesadas, siendo una de ellas una atractora "pompón", la cual se llevó la inmensa mayoría de las picadas de las luciopercas. El barbo, picó a una pheasant tail de color verde, con cabeza de tungsteno del 3 en un anzuelo del 11, ninfa muy similar a la que había provocado la picada de la carpa, todo y que esta última era de color rosa.

3- Por la tarde. La mayoría de gente que había pescando por la zona se marchó a comer entre la una y media y las dos de la tarde. A esa hora, y tras una pausa para hidratarme y rehacer el bajo de linea, fui a pescar las corrientes que hay un poco más abajo del puente. Esta manga fue tan excitante como desafortunada. Seguí pescando con el combo de ninfas pesadas del escenario anterior, y en un blando de corriente lateral perdí, en poco tiempo, no una, sino dos, luciopercas con la salvedad que estas si que eran de un tamaño considerable, mucho mayores que con las que me estuve divirtiendo en la poza del puente. Además, se me desclavó a tocar del salabre una bagra, y pesqué un alburnó "al robo", y al venir enganchado por el lomo no pude contabilizarlo como captura.

En fin queridos lectores y seguidores, un día muy "rarito", y sobre todo sorprendente, este de mi retorno a La Patagonia Catalana, lugar en el que no dudéis siguen habiendo truchas, todo y que no llegase a ver ni una. A mitad de la jornada, mientras estaba entestado con los ciprínidos, tuve el placer de saludar a mi amigo Epeorus, un excelente pescador y mejor persona, que está disfrutando de su bien merecida jubilación dedicándose a su hobby preferido: la pesca a mosca. Por si tenía dudas de si habían truchas, Epeorus me sacó de ellas... había capturado dieciocho, y la mayoría farios.
Por suerte, ya se acercan las vacaciones de verano. Todo y que por otros compromisos (familiares, montañeros y turísticos) voy a poder pescar menos de los que quisiera, no dudéis que a esta Patagonia Catalana de ciencia-ficción, como dijeron tanto el General Mac Arthur, como Terminator...¡Volveré!.   
             


JORNADA DE PESCA Nº 705

Sábado, 19 de julio de 2014

Coto Intensivo de Oliana S. M.- SE08
Río Segre

Temporada 2013 - 2014 - Nº 33
Temporada de Salmónidos 2014 - Nº 17

Pescador:
Ferran RUBINSTEIN

Capturas: 17 luciopercas a ninfa y 1 barbo a ninfa.

Climatología: alternancia de nubes y claros, con fuerte calor y elevado grado de humedad.

Caudal: medio-alto, aproximadamente unos 20 m3/seg.
Condiciones de vadeo: vadeable con precaución, y mejor con la ayuda de un bastón de vadeo.

Hora de inicio de la jornada: 09,15 h.
Hora de finalización de la jornada: 16,45 h.

La música de hoy:

Viaje de ida:

Sinfonía nº 3
Anton Rubinstein

Concierto para violoncello y orquesta nº 1
Concierto para violoncello y orquesta nº 2
Joachim Raff

Viaje de vuelta:

Sinfonía nº 1
Sinfonía nº 2
Robert Fuchs

Pieza de Concierto, Op. 113
Anton Rubinstein


Líneas Tensas!


Ferran RUBINSTEIN.



sábado, 12 de julio de 2014

JP-704. APERTURA DE COMPUERTAS Y JORNADA ABURRIDA. Sábado, 12/07/2014


Con el pantano de La Baells por encima del 90% de su capacidad, ya tardaban en abrir las compuertas. Las tormentas del principio de esta semana terminaron obligando a tomar esta decisión,  que afectará por un tiempo indeterminado a la pesca aguas abajo de esta presa. 

Pese a tener que pescar en un río que en pocos días ha triplicado su caudal, algunas truchas dieron la cara, mayormente farios de repoblación y alguna que otra arco-iris de la repoblación semanal, previamente machacada el día después de la  suelta de ejemplares en el río. Todas las capturas de ayer fueron  muy anodinas, por lo que me he decidido a poner, en vez de una foto con un pez, la instantánea de uno de mis "rinconcitos fario" favoritos, que ayer con tanta agua no funcionó.

JORNADA DE PESCA Nº 704.

A poco de comenzar julio, el verano parece haberse ido de vacaciones a otras latitudes. La entrada de un frente frío muy potente a principios de la semana, propició una actividad tormentosa excepcional, con problemas incluso para la navegación marítima y aérea, acarreó notables aguaceros y un descenso de las temperaturas, muy agradecido por muchos entre los que me cuento, y dejó las mismas a niveles más propios de la primavera que no del mes de los Sanfermines y del Tour de Francia.
Con un porcentaje de agua embalsada rozando el 90%, el pantano de La Baells ha tenido que terminar abriendo compuertas, tras recoger las abundantes precipitaciones habidas en la cabecera del Llobregat.Por eso, a partir del miércoles pasado las cosas han cambiado un tanto en este río de Pedret hacia abajo.
Esta vez no ha sido un desembalse brutal, de los que sobrepasan vados y anegan bosques y praderas; simplemente el río ha casi triplicado el magro caudal de hace pocos días, y ahora baja majestuoso e imperial, con el agua quizás un poco turbia, pero perfectamente pescable, sobre todo a cucharilla, el señuelo que por autonomasia prospecta mayor superficie de agua por cada lance. Respecto a la mosca, y más sabiendo el tipo de truchas con las que se repuebla este coto, que no deja de ser de "captura y fríe" en más de tres cuartas partes de su extensión pues... paciencia, ninfas como mal menor y encomendarse a San Tungsteno Glorioso.
Como os podréis imaginar, el día de pesca no ha sido precisamente para echar cohetes. Pescar, lo que es pescar, pues si, he pescado: ocho truchas, pero ello no compensa ni el aburrimiento de tenerlas que pescar buscando una picada abisal, ni la frustración de, en pleno verano, el veranito de los tricos, de las picadas en superficie a toda hora y de las capturas a pez visto, tener que pescar rascando el verdín de las piedras como en el más crudo de los inviernos.
Tanta agua como en Pedret, baja desde hace un mes en Anglès, y sin embargo allí es posible pescar incluso a mosca seca, a lo largo de todo el día, con estas pleamares fluviales. El secreto no es otro que en Anglès no se mata, y en Pedret se esquilma la cuba nada más llega. Sin embargo, no voy a convertir este hecho comparativo en motivo de queja, pues bastante triste es que toda la posibilidad de pescar un intensivo tradicional (opción mayoritaria todavía a fecha de hoy, vistas las últimas estadísticas sobre venta de tickets de pesca del año 2013) pase  por encerrar a los pescadores en un ghetto, como está pasando, tristemente, en Pedret esta temporada, tal y como he alertado en los artículos de este blog en los meses de marzo y abril del año en curso.  
Pese a que ya estaba "cambiado para el combate" a eso de las nueve menos cuarto, la verdad es que comencé a pescar en serio muy tarde. Todo y que, a tenor del caudal y de la coloración del agua más abajo del "Canal de Carburos" (1) no era el día más adecuado para hacerlo, no desistí de mi proyecto inicial de darme un paseo, caña en ristre, por la zona libre sin muerte de Cal Rosal, pero al cabo de un rato vi que esta vez no había elegido el momento oportuno para ver la misma daba indicios de recuperación del mítico Pedret sin muerte de antes de la reestructuración de cotos, y me fui a llevar a cabo mi segundo proyecto del día, que no era otro que ir a probar el rendimiento de unos crampones de río, artilugio pensado para vadear más seguro y, de paso, aprovechar botas con la suela gastada. Para la prueba, me fui a deambular un rato por la "Tabla de Carburos", escenario mítico de los antaño tiempos gloriosos del coto, con ellos puestos. La verdad es que estas placas metálicas sujetas por correas dan mucha seguridad en el vadeo. El único coñazo es tener que quitárselos y ponérselos si tienes que andar mucho por fuera del cauce del río. Las sensaciones fueron muy buenas, y la inversión me parece justificada, pero una vez terminado el experimento con buena nota, me los quité para lo que quedaba de jornada, pues viendo como bajaba el río no iba a quedar otra que andar mucho, cambiando de escenarios, y dado lo prolijo que es Pedret en grandes pozas profundas, mejor pescar el máximo rato posible con los pies en seco.
 Para cuando me dejé de "experimentos con gaseosa", ya era muy tarde,  y decidí ir a comenzar bastante lejos de donde estaba, en aras de encontrar el agua con un poco menos de turbidez, cosa que a base de subir río arriba al final se dio. Gracias a este cambio de latitud, tuve la suerte de encontrarme con el fiel seguidor de este blog, Jordi Graells, padre, con el que tuve el placer de hacer un rato de tertulia, hecho este que al final devino en una de los pocos acontecimientos divertidos del día.             
La calidad de las capturas dejó mucho que desear. Escasa tensión de líneas hubo en esta jornada, máxime cuando seis de las ocho truchas que terminaron en el salabre, antes de ser devueltas al agua, fueron pequeñas farios de repoblación, que parecía ser que era lo que más había en la parte alta del coto, todo y que he de aclarar que una buena parte de la acción de pesca del día transcurrió en el tramo estrictamente sin muerte, situado en la anteriormente mencionada zona alta. De hecho, las únicas dos truchas que dieron algo de tensión a la línea, y faena al carrete fueron las dos arco-iris, truchas estas últimas también de lo más anodino y vulgar, pepón, muñón y gallináceo que la repoblación semanal puede aportar al coto, y que fueron capturadas a medida que pescaba posturas bajando río abajo.
La acción de pesca combinó la simplicidad con el aburrimiento: cojánse un par de ninforros, déjelos derivar por el río, háganse bailar un rato en la deriva baja, por si acaso, y vuelta a empezar... y así hasta la saciedad, con la única salvedad de encontrarse de vez en cuando un pez clavado en uno de los señuelos. Al menos, el potencial del río permitió evitar el summum del aburrimiento, por lo menos para mi, que es hacer eso mismo pero dando golpes de muñeca; por suerte, pude lanzar el combo de ninfas sacando cola de rata del carrete, bien usando lances sobre el hombro, o echando mano del recurso de hacer lances rodados, y eso dio un mínimo de aliciente a un día tan tedioso como plúmbeo. Quizás me hubiese apañado mejor, para lanzar con más eficacia, con una caña más potente y con una línea 6, o incluso 7, pero el caso es que como no pensaba encontrarme con el río en las condiciones en que lo encontré, mi caña alternativa Scott de 10 pies para líneas 6 y 7 se quedó durmiendo la siesta en casa. Viendo como están las cosas, desde hace ya bastantes veranos, de los grandes embalses hacia abajo, voy a tener que ponerla en el maletero de mi coche lo antes posible.   
Se acercan ya las vacaciones de verano, pero para mi, y a nivel pesca, este hecho no tiene nada de especial, ni es un momento esperado. Un año más, y ya van muchos, apenas si voy a poder hacer alguna salida "low cost" a los destinos de pesca de siempre. Gran parte de las vacaciones las voy a destinar a un viaje con la familia, en el que haré de casi todo menos pescar, y todavía he buscado un pequeño hueco para ir a hacer senderismo unos días con los compañeros del club excursionista, proyectos ambos tan ilusionantes como el ir a pescar. En fin, más de lo mismo y nada nuevo bajo el sol. Solo me queda esperar que, las pocas salidas de pesca que haré en vacaciones, no resulten tan anodinas, aburridas e insustanciales como esta que os acabo de relatar, y que por lo menos el buen tiempo acompañe tanto como las buenas condiciones del río para la práctica de una pesca más ligera, emocionante y a poder ser con más tensión de líneas.  

(1) Salida del Canal Industrial de Berga al río, junto a la antigua fábrica de Carburos Metálicos. 

JORNADA DE PESCA Nº 704

Sábado, 12 de julio de 2014

Coto Intensivo del Pedret S. M. LL03B
Río Llobregat

Temporada 2013 - 2014 - Nº 32
Temporada de Salmónidos 2014 - Nº 16

Pescador:
Ferran RUBINSTEIN

Capturas: 6 truchas fario a ninfa y 2 truchas arco-iris a ninfa

Climatología: alternancia de sol con nubes altas; temperatura primaveral, inusual para esta época del año.

Caudal: alto, debido a la apertura de compuertas del pantano de La Baells
Condiciones de vadeo: vadeable con mucha precaución, excepto en las grandes pozas, y con ayuda de bastón de vadeo.

Hora de inicio de la jornada: 09,15 h.
Hora de finalización de la jornada: 16,45 h.

La música de hoy:

Viaje de ida:

Sinfonía nº 6
"Una fiesta eslava"
Alexander Glazunov

Viaje de vuelta:

Sinfonía nº 4
Obertura para un festival académico
Johannes Brahms

"La rueca de oro"
Anton Dvorák

Líneas Tensas!


Ferran RUBINSTEIN.

sábado, 5 de julio de 2014

JP-703. LA "DUPLA BERGUEDANA" DE UN DÍA DE VERANO. Sábado, 05/07/2014

Nunca me cansaré de repetir que pocas cosas tienen tanto encanto como una mañana de verano en el río. Me es muy difícil describir esa sensación con palabras; por eso os recomiendo escuchar "Introducción y Allegro Apassionato" de Robert Schumann.  

Pese al ligero aumento de caudal y la turbidez del agua, alguna que otra trucha se movió por la mañana y hasta el medidodía en Guardiola de Bergeudà: Todo y así, siempre fueron truchas de poca entidad que tensaron la línea más bien poco.

Por la tarde, en Pedret, pude constatar que siguen saliendo pintonas muy bonitas en mis "rinconcitos fario", y además pude tensar lineas con alguna que otra trucha arco-iris que resultó muy peleona.


JORNADA DE  PESCA Nº 703

El mes de julio ha tomado el relevo a su antecesor junio con una tónica similar, en lo que a meteorología se refiere. Esto es, calor (todo y que ni más ni menos que en otros veranos) y sobre todo muchas tormentas, que este año están resultando de intensa precipitación de granizo y con mucho aparato eléctrico. Durante la semana precedente a esta primera jornada de pesca de julio, una granizada de gran violencia echó a perder aproximadamene el 80% de la cosecha de fruta dulce de las comarcas de Lleida, además de inundar extensas áreas de cultivo, tanto de regadío como de secano. Esta visto que, al igual que el año anterior, habrá que estar muy alerta con las tormentas, y prepararse para salir del río pitando nada más se oigan retumbar los truenos en la lejanía.
En un principio, no tenía previsto pescar en este primer sábado de julio, pues contaba que tendría que atender a un compromiso familiar. Sin embargo, la anulación del mismo me permitió, deprisa y corriendo, ponerme a solicitar tickets por internet a última hora del viernes. En esta ocasión, no hubo ningún problema con el sistema, y pude obtener los dos que creía necesarios para el mismo día: el de Guardiola de Berguedà, como lugar de destino, y uno de Pedret "por si acaso"... las tormentas de la semana habían desbordado o ensuciado en demasía el Llobregat en su cabecera.
En Guardiola de Berguedà, me encontré con un Llobregat quizás con un poco más de caudal que la última vez (quizás en ese momento demasiado exiguo), y con el agua ligeramente tomada, pero perfectamente pescable, como quedó demostrado con una captura al poco de empezar a pescar.
Nunca me cansaré de repetir que pocas cosas tienen tanto encanto como una mañana de verano en el río. Me es muy difícil describir esa sensación con palabras, pero si pudiera hacerlo con música, os recomendaría escuchar "Introducción y Allegro Appassinato" de Robert Schumann. En el caso concreto que no ocupa, el encanto del día duró lo que duró la mañana, pues hacia mediodía se apoderó de mi una sensación de cansancio, tanto físico como psicológico, terrible. Quizás fuera porque con la cobertura del cielo se impuso un bochorno horroroso, quizás fuera porque había bastante menos actividad de la que esperaba o posiblemente es que ya tenía bastante por ese día de mi ración ocasional de "pesca de punta en río pequeño". El caso es que fué en ese momento cuando agradecí el hecho de tener un ticket de reserva a otro destino de pesca radicalmente distinto, para por lo menos intentar darme el gusto de tensar un poco la línea con algún pez mínimamente combativo.
Hasta ese momento, llevaba pescadas cinco truchas, haciendo gala de todo el "jogo bonito" (o pesca lo más ligera posible) que permitía el río, todas ellas fario pero de bastante poca entidad y no mucha combatividad. De hecho, lo más emocionante del día, en esa primera media jornada, había sido la subida inesperada, al tricóptero del tándem, de una de ellas en un parado de agua, de los pocos que hay en el tramo en que estaba pescando (desde cerca del camping abandonado hasta casi la desembocadura del Gabarrós en el Llobregat). El resto de capturas fueron siempre ataques súbitos al perdigón del aparejo en blandos laterales de corriente: picadas todas ellas bastante clónicas que, junto con la escasa tensión de línea por parte de truchas que o no llegaban por poco, o pasaban escaso del palmo, contribuyeron a aumentar más la sensación de aburrimiento y a replantearme un cambio radical para lo que quedaba de día de pesca.
Tras la breve transición de un corto viaje en coche, facilitada por el poco tráfico en la carretera, me planté en Pedret, y a eso de las dos menos cuarto de la tarde ya volvía a estar metido en el río, pero esta vez con un panorama muy distinto, pues unos veinte kilómetros aguas abajo, y sobre todo por debajo de la presa de La Baells, el río presentaba un caudal limpio y bajaba con alegría y anchura de lámina suficiente para permitir tanto seguir con el "jogo bonito", como para sacar cola de rata del carrete y pescar lanzando, o sea haciendo trabajar la caña de mosca para aquello que ha sido diseñada.
 La verdad es que no me compliqué mucho la vida, y menos con las pocas ganas que tenía de patear por la polvorienta pista, que un día fuera la vía del tren, bajo un sol de justicia, así que me fui directo a uno de mis "rinconcitos fario", o sea uno de esos lugares un poco menos transitados por pescadores, dentro de lo muy zurrada que está toda la longitud del coto, y en donde ocasionalmente suelen salir truchas comunes dentro de la habitual marea de truchas irisadas de repoblación.
No puedo juzgar, pues, si continúa el overbooking de pescadores en este coto al igual que la primavera pasada, cuando le hice mi última visita (ver en este blog el artículo Jornada de Pesca nº 693 del 12 de Abril pasado), o si los muchos pescadores siguen masacrando la cuba nada más la echan al río, pues la verdad es que no me moví del escenario elegido hasta el final de la jornada, ya que en el mismo encontré desde el principio peces activos, y pude incrementar en siete truchas más el balance final de capturas del día.
Si os he de ser sincero, en el corto desplazamiento a pie desde el coche hasta el escenario por el que había apostado sólo vi de lejos dos pescadores faenando a cucharilla, y me encontré nada menos que con cuatro bañistas, en dos grupos de dos, los unos remojando el cuerpo en las frías aguas pedreteras, y los otros tomando el sol en unas tumbonas.
Después del aburrimiento y la laxitud de la pesca de truchas pequeñas moviendo la caña a golpe de muñeca, la verdad es que fue una gozada el poder volver a ver la caña flexándose, la línea en tensión y el carrete chirriando alegremente. Por alegrarme, incluso me alegré de ser tan patoso, pues nada más comenzar la "segunda parte del partido" perdí dos truchas arco-iris seguidas tras una corta pelea por desclavamiento final del pez, al ganarme la corriente la primera, y tensar demasiado la linea la segunda. Con una tercera trucha, otra irisada, tuve más suerte y la pude ensalabrar pero... como vino enganchada por la cola, o sea una captura "al robo", no pude contabilizarla como capturada.
Una vez más centrado, feliz por haber derramado algo de adrenalina y viendo lo bien que respondían las truchas al perdigón de color morado que llevaba de cola de tándem, me puse a pescar con más calma y procurando estar más concentrado en la gestión de la pelea con lo peces. En una primera manga, escudriñando el escenario palmo a palmo, logré capturar dos hermosas truchas fario, ambas de más de veinticinco centímetros, y tres irisadas de más de treinta centímetros.
Como lo cosa había dado de si, y mis ganas de andar seguían siendo bien pocas, fui un rato a tomar la sombra debajo de unos alisos y de paso a aliviar la sed con un té frío de mi bolsa-nevera. Tras la pausa refrescante, barrí pescando a seca "al agua" todo el escenario, pero lo máximo que obtuve fue un par de amagos de subida de algún pez que no pude identificar.
En el tramo final de la segunda parte de la jornada, me desplacé un poco aguas abajo de la postura en que había estado tanto rato ocupado, para pescar con una ninfa de un poco más de peso una pequeña poza un tanto complicada de faenar, debido a las ramas de los alisos que hacen de improvisado túnel sobre el agua. Una postura que en ocasiones funciona, y en otras no, pero que siempre entraña pescarla "a ballesta" y afinar mucho no ya para enredar linea y señuelos en la maraña de ramas, sino también para poder sacar rápido a las truchas de ese túnel vegetal, antes de que se enreden en la maraña de troncos sumergidos y de algas. En esta ocasión, salí bastante airoso del desafío pues, a cambio de perder un par de ninfas, conseguí capturar un par de truchas irisadas más, esta vez ambas de más de treinta y cinco centímetros y con las aletas bastante bien desarrolladas, las cuales me ofrecieron una pelea no tan solo digna., sino incluso adrenalínica y desafiante.
En fin, un día de verano haciendo una  "Dupla", en este caso Berguedana,  con dos realidades la mar de diferentes: el declive de un coto de temporada, que hasta hace dos temporadas era mucho más productivo, y el aparente buen momento de un intensivo, ahora que creo que muchos de los pescadores que lo abarrotaban esta pasada primavera deben estar más interesados en ir a la playa.
Y aprovechando la merienda en Cal Rosal, tiempo para terminar la jornada de asueto lejos de las rutinas habituales viendo fútbol de gran calidad: nada más ni nada menos que la primera parte del Argentina-Belgica, del Mundial de Fútbol de Brasil, con un gran golazo de Higuaín que vale el paso de mi querida albiceleste a semifinales, y es que eliminadas con toda justicia  la roja  (fin de ciclo, eso seguro) y Rusia (¿a quien se le ocurre confiar en Fabio Capello?), mi favorita es Argentina.      


JORNADA DE PESCA Nº 703

Sábado, 5 de julio de 2014

Coto de Guardiola de Berguedà - La Pobla de Lillet S. M. LL01B
Ríos Llobregat, Bastareny y Saldes.
(Pesca solo en el Llobregat en esta jornada)

Coto Intensivo del Pedret S. M. LL03B
Río Llobregat

Temporada 2013 - 2014 - Nº 31
Temporada de Salmónidos 2014 - Nº 15

Pescador:
Ferran RUBINSTEIN.

Capturas:

En el Coto LL01B: 4 truchas fario a ninfa y 1 trucha fario a mosca seca
En el Coto LL03B: 5 truchas arco-iris a ninfa y 2 truchas fario a ninfa.

Climatología: soleado y caluroso, con el paso de nubes altas.

Caudal y condiciones de vadeo :
En el Coto LL01B: medio; vadeable sin muchas dificultades.
En el Coto LL03B: medio; vadeable sin muchas dificultades, excepto en las grandes pozas, siendo aconsejable el uso de un bastón de vadeo.

Horarios de la jornada:

En el Coto LL01B: de 09,15 h. a 12,45 h.
En el Coto LL03B: de 13,30 h. a 17,00 h.

La música de hoy:

Viaje de ida:

Sinfonía nº 2
Edward Elgar

Sinfonía nº 1
Robert Fuchs

Viaje de Guardiola de Berguedà a Pedret:

Sinfonía nº 2 (I y II)
Robert Fuchs

Viaje de vuelta:

Sinfonía nº 2 (III y IV)
Robert Fuchs

Concierto para piano y orquesta nº 4
Anton Rubinstein

Rapsodia para violín y orquesta nº 2
Bela Bartók

Líneas Tensas!


Ferran RUBINSTEIN.